CP of Mexico, Cien años del Congreso Socialista

9/17/19 3:03 PM
  • Mexico, Communist Party of Mexico Es Central America South America Communist and workers' parties

El Partido Comunista de México y la Federación de Jóvenes Comunistas organizaron un acto para conmemorar el centenario del Congreso Socialista de Agosto-Septiembre de 1919, considerado el inicio del movimiento comunista en nuestro país.

Considerando el importante papel que tuvieron los jóvenes comunistas a lo largo de la historia del partido comunista en México la característica del acto fue la participación de cuadros juveniles comunistas en los años 50, 60 y 70, además de los jóvenes comunistas de hoy.

Así intervino Mario Rivera, quien fuera secretario general de la Juventud Comunista de México en 1950, y miembro del CC del PCM en esos años; Arturo Martínez Nateras, dirigente de la JCM en los años 60, dirigente estudiantil en 1968, y secretario de organización del CC del PCM en los 70; y Luciano López Zamudio, último dirigente de la JCM en los 70 y parte de la Comisión Política del PCM, antes de la disolución del primer PCM en 1981. Todos ellos destacaron la importancia de que hoy se levante de nuevo el trabajo organizativo del Partido Comunista de México.

Este acto forma parte de una serie de actividades del PCM, 73 hasta ahora, rumbo al acto central “Un siglo de lucha de los comunistas de México” que tendrá lugar en Noviembre y donde además se conmemorará el 25 aniversario de la reorganización del PCM, iniciada en 1994.

Presentamos a continuación la intervención del camarada Omar Cota, Secretario Político de la Federación de Jóvenes Comunistas, y del camarada Pável Blanco, Primer Secretario del CC del PCM.

Intervención del camarada Omar Cota

Invitados especiales,
Demás público que nos acompaña,
Estimados camaradas,

Nos hemos dado cita aquí para conmemorar el Congreso Nacional Socialista realizado entre Agosto y Septiembre de 1919 en la Ciudad de México, dicho suceso daría inicio a la etapa fundacional del movimiento comunista en nuestro país; apegados al estudio riguroso y militante, sabemos que no sería hasta Diciembre de 1921 con la realización del 1º Congreso del PCM cuando se sentarían las verdaderas bases de movimiento comunista en México.
Fue gracias a la labor ideológica y política de los tres delegados de la Komintern: Francis Philips, Louis Fraina y en mayor medida a la experiencia de Sen Katayama, que junto a una veintena de jóvenes de la Federación de Jóvenes Comunistas, dentro de los que destacan, María Luisa González, Manuel Ramírez, José Valadés, Rafael Carrillo y Rosendo Gómez, se fundase el Partido Comunista de México – Sección de la Internacional Comunista y se pasase de inmediato a suscribir las resoluciones más relevantes de los 3 Congresos de la Komintern realizados hasta el momento: impulso de la táctica del frente único, utilización del parlamento burgués por los comunistas, adhesión al Programa y disciplina de las 21 condiciones de la Internacional, defensa y propagación del primer estado de obreros y campesinos en el mundo, entre otras.

Estudiar y recuperar el movimiento comunista para el presente

A 100 años de iniciar los trabajos de formación del Partido Comunista en México, y próximos a cumplir 25 años de haber iniciado la labor de su reorganización, los comunistas del Siglo XXI tenemos la responsabilidad de estudiar y recuperar la historia del movimiento comunista en nuestro país, tanto de sus aciertos como de sus errores, con mirada crítica estudiar las causas profundas de los virajes tácticos y estratégicos por los que atravesó el primer PCM, sus problemas ideológicos, sus desviaciones políticas y demás dificultades orgánicas que dieron paso a su disolución en 1981.

Para los comunistas del Siglo XXI es también una necesidad conocer las dificultades políticas e ideológicas por las que ha atravesado este Partido, el cual, con grandes esfuerzos desde la realización de su IV Congreso en el año 2010, ha venido avanzando en asuntos de fundamental trascendencia, me refiero a contar con un análisis y evaluación política certera de la posición que ocupa México en el sistema imperialista, de contar con un programa revolucionario que señala que en México corresponde a la clase obrera en alianza con los sectores populares la realización inmediata de la revolución socialista-comunista sin etapas intermedias, que en los últimos años hemos venido abordando con un análisis marxista-leninista y de clase, problemas contemporáneos como la mujer obrera, los sectores populares y los pueblos indígenas. Aún falta mucho por realizar, pero estamos trabajando para alcanzar el reconocimiento de los trabajadores, para que recobrar su esperanza, para mejorar su expectativa de que sí es posible una revolución, de que ha vuelto el Partido Comunista, y que aquí esta es su casa, su fortaleza.

Camaradas,


En esta ocasión tuvimos la oportunidad de acércanos a 3 generaciones de comunistas en México, a 3 protagonistas del movimiento comunista en nuestro país, de los cuales, escuchamos con atención sus palabras y reflexiones, reiteramos nuestro saludo militante por su disposición para estar aquí, así mismo, a la familia Pascual Coronado por acompañarnos; nuevamente nuestro agradecimiento al camarada Eduardo Antonio Pascual Moncayo, militante y ex – preso político del PCM que por medio de su familia nos dejó una parte importante de su biblioteca, adquiriendo así una nueva responsabilidad: estudiar y cuidar de sus libros, mismos que serán pertrechos para los comunistas del Siglo XXI para continuar la lucha por el socialismo-comunismo.

Camaradas,


Las reflexiones en torno al Centenario del PCM apenas comienzan, y los intelectuales, políticos y académicos, muchos de ellos cercanos a la 4T comienzan a expresar su posiciones, las cuales en su mayoría coinciden en colocar al Partido y al movimiento comunista en México como un bonito ataúd del pasado en la historia nacional, como una corriente “democrática” y “progresista” que dejó de existir es pos de la lucha por la “democracia”, además, reafirmando la versión histórica de que el PCM fue un producto exclusivamente nacional, echando por la borda el trabajo y la influencia de la Komintern.

Camaradas,


La cita con el pasado implica digerir tragos amargos al conocer los errores cometidos por el conjunto de mujeres y hombres del movimiento comunista, pero de ninguna manera hemos de aceptar que, sobre la obra de miles de comunistas y trabajadores, se busque sepultar los esfuerzos de la lucha por el socialismo-comunismo, desde este evento lo decimos, chocaremos de manera frontal con aquellos que desean ver el comunismo como un objeto de aparador en la historia, ¡Los comunistas nos negamos a desaparecer del escenario de la lucha de clases, y nos declaramos orgullosos por las batallas y las victorias logradas por la masa proletaria y el Partido Comunista en nuestro país!, estamos de vuelta para las batallas del presente, camaradas ¡El comunismo es la juventud del mundo!

En pocos días el Comité Central de nuestro Partido publicará las Tesis tituladas “Un siglo de lucha comunista en México”, siendo éste el inicio de un proceso de estudio y análisis riguroso militante que, desde el marxismo-leninismo es necesario hacer de la historia y el desarrollo de la historia del primer Partido Comunista; independientemente de los resultados particulares que esto nos pueda arrojar, desde ahora y sin ningún titubeo reivindicamos las aportaciones de los comunistas en el terreno de la lucha clases: en el movimiento obrero y sindical por la fundación de sindicatos, federaciones y centrales únicas, entre los sectores populares por mejorar sus condiciones de vida como lo fue en su momento el movimiento inquilinario en el Puerto de Veracruz y la Ciudad de México; en las diversas expresiones del arte y la cultura con una clara posición de colocar a las masas como verdaderas hacedoras de la historia; en la lucha por la mejora y obtención de los derechos políticos y electorales de las mujeres; en las aportaciones al movimiento estudiantil y sus organizaciones de masas en universidades públicas y normales de maestros; en la puesta en práctica del internacionalismo proletario en la participación en las brigadas internacionales; en el movimiento campesino pugnando por la repartición de tierras y el combate armado contra los reaccionarios y el ala derecha de los caudillos surgidos de la Revolución Mexicana; en las luchas democráticas y progresistas en nuestros país por echar abajo delitos como el de disolución social; todo lo antes expresado tendrá que profundizarse más, de cara al año 2021 habremos de conmemorar con mayor fuerza el Centenario de existencia del PCM.

La necesidad de que exista un partido comunista


Después de transitar bajo un pesado y duro asedio ideológico que afirmaba que con la desaparición de la Unión Soviética el marxismo-leninismo había sido superado y la época de revoluciones proletarias cancelado, como si de un plumazo se pudiese borrar las enormes aportaciones y mejoras en la vida de los trabajadores en una sociedad socialista con economía planificada; hoy día los comunistas reclamamos nuestro lugar en la historia, y a pesar de la marcha hecha cuestas, estamos aquí, pugnando por el derecho a reescribir la historia, a remontar de nuevo el Partido Comunista, a plantarle cara a los partidos burgueses que en las últimas décadas se han burlado de los trabajadores, primero como PRD, hoy día como MORENA.

Si bien hace falta trabajo por engrosar las filas de nuestro Partido y convertirlo en el referente inmediato de cualquier obrero de a pie, esta nueva generación de comunistas comienza una nueva etapa en la historia del movimiento revolucionario en nuestro país, desde 1994 resistimos y nunca desistimos de la necesidad y la urgencia histórica para volver a dotar al proletariado de su Partido Comunista.

Camaradas,


Algunos dicen que estamos lejos de tener todas las características de un Partido Comunista, y desde una posición comodina nos miran con enfado, incluso si me permiten agregar, con cierto resentimiento de haber tomado de nuevo el nombre de Partido Comunista de México, ¡Pero camaradas!, incluso si nosotros no hubiésemos tomado la decisión de remontar el Partido, otro grupo de trabajadores hubiesen llegado a la misma conclusión, las ideas revolucionarias se hubiesen alojado en ellos y tal vez la única diferencia entre unos y otros sería en términos del grado de destreza para sortear las dificultades materiales de traer al presente el Partido Comunista.

Intervención del camarada Pável Blanco, Primer Secretario del CC del PCM

Cien años del Congreso Socialista.

La bandera roja en alto, la lucha revolucionaria por el derrocamiento del capitalismo y la construcción del socialismo-comunismo sigue adelante.

 

El filósofo materialista Lucrecio escribió en su obra La Naturaleza: “…que no hay cosa que se engendre a partir de nada…Porque si se produjeran a partir de nada, de cualquier ser podría nacer cualquier linaje, nada necesitaría simiente”. Ello difiere de la visión pequeñoburguesa del Mundo, donde la Historia empieza con el individuo y con él termina. Y con ello queremos decir que si hoy hay comunistas organizados luchando por el mundo nuevo del socialismo-comunismo, por poner fin al podrido sistema capitalista es porqué hubo generaciones previas, que contra viento y marea, en medio de grandes dificultades dieron su contribución a la tarea de fusionar el socialismo científico con el movimiento obrero.

Y si buscáramos el origen del movimiento comunista en nuestro país, es indudable la labor precursora del Grupo de los Hermanos Socialistas Rojos, cuya labor febril, agitando más por instinto que por convicción, concitó esfuerzos para que los incipientes partidarios de los ideales socialistas convocaran al Congreso Nacional Socialista de agosto-septiembre de 1919.

El impacto de la Gran Revolución Socialista de Octubre en la clase obrera internacional fue tremendo. Ni los patrones, ni el Estado burgués son imprescindibles: la producción sigue, la vida sigue, y puede organizarse de otra manera, ¡Pueden los trabajadores hacer el Mundo a su modo! Por doquier en todos los rincones de los cinco continentes el movimiento revolucionario adquirió un impulso sin igual y así en Marzo de 1919, los marxistas de todos los países que se opusieron al oportunismo, al revisionismo, al reformismo y al socialpatriotismo de la II Internacional, fundaron la Internacional Comunista, la III Internacional, que universalizó las ideas marxistas enriquecidas por el leninismo, y que contribuyó a la fundación de los partidos comunistas, como partido de nuevo tipo, clasista, internacionalista, revolucionario.

La revolución democrático burguesa de 1910 para 1919 había ya mostrado sus límites al derrotar a las corrientes radicales del zapatismo y del villismo, el sector constitucionalista triunfaba, es decir la burguesía impulsora del desarrollo capitalista, de la concentración y centralización de la economía, del tránsito de la libre concurrencia al monopolio, y que estaba decidida a que su dictadura de clase adquiriera estabilidad para ese objetivo. Quedaba claro que a pesar de que su componente social era popular, la Revolución Mexicana, avanzará en favor de la dominación y del interés de clase de los explotadores.

Las ideas socialistas, conocidas sin mucha profundidad en el México de ese entonces, mostraban a pesar de todo que la emancipación de los explotados y oprimidos pasaba por el antagonismo capital/trabajo.

A pesar de todas sus limitaciones, deficiencias y errores, armada de buenas intenciones, la mayoría del Congreso Socialista, de las posiciones colocadas en debate, rechazó las propuestas de la II Internacional y media y optó por apoyar los esfuerzos de la Internacional Comunista. Era algo muy precario ideológica y programáticamente si comparamos con el desarrollo que tenía ya el marxismo en ese año.

El Congreso entregó dos resultados: el Partido Nacional Socialista, renombrado Partido Socialista de México, dirigido por Roy y Allen, y el Partido Comunista de México dirigido por Gale. El Partido Socialista el 24 de Noviembre en una reunión adoptó el nombre de Partido Comunista Mexicano. La Internacional Comunista envío una comisión encabezada por Sen Katayama para lucha por la unidad de ambos “partidos” o determinar cuál sería la sección de la Internacional Comunista. La realidad es dura, pero es mejor que los mitos o las versiones interesadas de la historia: ninguno era Partido, eran dos grupos que habían cometido grandes errores, y que para abril de 1921 dejaron de existir, dejando a pesar de todo un fruto, la Federación de Jóvenes Comunistas de México, en la que el camarada Katayama se apoyó para sentar las bases, ahora sí, de la Sección Mexicana de la Internacional Comunista, que habría de concretarse en su Primer Congreso los últimos diez días de Diciembre de 1921, esa si la fecha de fundación del Partido Comunista de México. Debido a que la plataforma oportunista del XX y XXII Congreso del PCUS orientó colocar las especificidades sobre las leyes generales en la historiografía sobre el PCM se quiso colocar el papel de la III Internacional como simple auxiliar, pero la verdad termina por abrirse paso, y a la luz de nuevos documentos resguardados en los archivos de la Comintern en Moscú es posible tener una apreciación objetiva de esos acontecimientos históricos vitales para el proletariado de México.

Es sin embargo verídico que los acontecimientos de 1919 son los pasos iniciales del movimiento comunista en nuestro país, y es lo que conmemoramos este año, Un siglo de lucha de los comunistas de México, que es un escenario de confrontación ideológica, intenso, con la socialdemocracia y con el gobierno burgués de López Obrador.

Circula por ejemplo, una opinión, que pretende alcanzar el rango de tesis de que los comunistas en nuestro país, cuanto hicieron, se reduce a ser una de las raíces del triunfo electoral de López Obrador, y por ello merecen un sitial en el museo, un reconocimiento conmemorativo y es todo. Pero las razones por las cuales el Partido Comunista surge están vigentes:

-La necesidad de derrocar al capitalismo, sistema de explotación, que llegó a sus límites históricos, sistema podrido, que nos llevó a la barbarie, al hambre, la miseria, que nos condena a la destrucción de la naturaleza y la humanidad.

-La necesidad de construir en México y el Mundo una nueva sociedad, basada en el poder obrero –la dictadura del proletariado- la socialización de los medios de producción concentrados, la planificación central de la economía. Y es que la situación es insoportable en cualquier gestión del capitalismo, se llame neoliberal, neokeynesiana o 4T: los monopolios aumentan sus ganancias, la fuerza de trabajo se desvaloriza, el antagonismo de nuestra época es el que se da entre capital y trabajo. Y si en 1919 el Partido Comunista era ya la alternativa que podemos decir de este México del 2019,  país donde las relaciones capitalistas están plenamente desarrolladas, inserto en el sistema imperialista donde ocupa un lugar intermedio, siendo uno de sus eslabones débiles, y donde están maduras las condiciones para una Revolución Socialista, por lo que la existencia y rol del Partido Comunista no tiene sustituto en cualquier otro tipo de formación, ni por un frente, ni por un movimiento.

Por ello no admitimos ser una pieza de museo. No nos sometemos, ni nos subordinamos a quedar atrapados en una disputa interburguesa que rivaliza por la manera de ofrecer una mejor “paz social” al poder de los monopolios.

Hay quienes esperan que el poder público les financie los festejos de los 100 años de actividad de los comunistas; lo que nosotros hacemos es demostrar en los hechos la necesidad de la independencia de clase del Partido Comunista y su autonomía. Desde Enero con la jornada Luxemburgo-Liebknecht-Lenin, el homenaje a Julio Antonio Mella, con casi 70 diversos actos hasta ahora, que van de la socialización del archivo digital de El Machete 1924-1938, a discusiones, mesas redondas, sobre la temática de los comunistas a lo largo de la historia y su vigencia. Y nos aprestamos a partir de esta jornada a redoblar el esfuerzo.

En el VII Festival de El Comunista donde conmemoraremos el centenario del movimiento comunista, pero también el 25 aniversario desde que en noviembre de 1994 reiniciaramos la lucha, reivindicando la continuidad del Partido Comunista.

Camaradas, compañeras y compañeros:

Este es un acto importante; tres generaciones de comunistas, nos hablan de su experiencia y visión; necesitamos aprender de ellos, y afirmamos que todo lo que hoy hacemos y mañana haremos es resultado de la semilla sembrada por ellos.

La semilla fructifica, a pesar de la contrarrevolución, a pesar del transfuguismo, de los arrodillados. La semilla fructifica porque el antagonismo capital/trabajo anima la lucha de clases, y esto es incesante y se resolverá con el triunfo de lo nuevo sobre lo viejo. Un ejemplo, hace unas semanas, y después de los acuerdos de paz en Colombia, la viabilidad del derecho a la rebelión se cuestionaba, y la paz de los sepulcros campeaba a sus anchas; la socialdemocracia se aseguraba única alternativa; pero la semilla de Manuel Marulanda, Jacobo Arenas y Alfonso Cano volvió a fructificar, y la rebelión, y la vía revolucionaria para la toma del poder se reinstalan en el debate de las fuerzas revolucionarias de América Latina. Por cierto, ratificamos aquí nuestra solidaridad con las FARC-EP.

Rendimos homenaje a los comunistas de ayer, somos su resultado.

¡Viva el marxismo-leninismo!

¡Viva el Congreso Socialista de agosto-septiembre de 1919!

¡Vivan los comunistas, viva el Partido Comunista, clasista, revolucionario, internacionalista!

¡El futuro no es capitalista…!