PCV Denuncia infamia anticomunista en la Asamblea Nacional
En la sesión plenaria de la Asamblea Nacional, correspondiente al martes 14 de septiembre, el Diputado del Partido Comunista de Venezuela (PCV) y de la Alternativa Popular Revolucionaria (APR), camarada Oscar Figuera, a nombre de nuestro Partido y de la coalición de la izquierda revolucionaria, cuestionó el pacto de elites burguesas en desarrollo para la imposición de políticas neoliberales y, en consecuencia, se pronunció en contra de un proyecto de acuerdo que pretendía aprobarse por unanimidad en el parlamento venezolano en apoyo a los acuerdos de México establecidos entre el Gobierno y la representación de la ultraderecha pro-imperialista. Por supuesto la intervención del camarada Oscar Figuera, quien además es el secretario general del Comité Central del PCV, fue una vez más censurada, las televisoras del Estado (VTV y ANTV) que transmiten todas las deliberaciones que se producen en las sesiones plenarias de la Asamblea Nacional, cortaron su transmisión en vivo desde el Palacio Federal Legislativo justo en el momento que le correspondía hacer uso de la palabra al diputado comunista, impidiendo que nadie que no estuviera presente en la sesión pudiera conocer lo expresado por el diputado Figuera.
Tal descarada violación al derecho a la información, siendo reiterada y sistemática, ya no sorprende a nadie aunque sí causa indignación; pero, en esta ocasión, la agresión directa contra el PCV y su diputado alcanzó un nivel sin precedentes en el debate parlamentario, cuando apenas concluyó su intervención el camarada Oscar Figuera, el Diputado del PSUV, Pedro Carreño, tomó la palabra para acusar al que “acaba de tomar la palabra” de “Delfín de la CIA” y “tarifado del Departamento de Estado”. Por supuesto la intervención de Pedro Carreño sí fue televisada.
Para el PCV está claro que las absurdas y difamantes palabras del aburguesado Pedro Carreño contra el Diputado Oscar Figuera, al igual que las que continuamente profiere el Diputado Jorge Rodríguez y otros personeros de la élite gobernante, en realidad hacen parte del ataque sostenido desde el año pasado contra el Partido Comunista y contra las fuerzas coaligadas en la APR. No son nada casuales ni obedecen a un momento de acaloramiento del debate, sino que expresan el escalamiento en el ataque sistemático contra el Partido de la clase obrera venezolana, pretendiendo descalificar y estigmatizar su firme y clara posición contra el curso de la política entreguista y neoliberal asumida por la cúpula del Gobierno y del PSUV, expresada tal posición no solo en la Asamblea Nacional sino en todas las actividades que desarrolla el PCV, su Juventud Comunista y nuestros frentes políticos de masas, con la finalidad de esclarecer a nuestro pueblo trabajador, víctima tanto de la crisis del capitalismo dependiente y rentista, de las sanciones ilegales y criminales impuestas por el imperialismo yanqui y europeo, así como de las políticas gubernamentales antiobreras y antipopulares en desarrollo.
En ese contexto, el Buró Político del Comité Central del PCV repudia las abominables acusaciones lanzadas irresponsablemente y denuncia el desarrollo de una maquinación anticomunista, que apela a promover el odio irracional contra las y los comunistas venezolanos y, en particular, contra nuestro diputado en la Asamblea Nacional, el único que en ese foro dominado por la derecha oficial y la derecha opositora, levanta la voz de la clase obrera y del pueblo trabajador para denunciar como, a espaldas de las mayorías, se fragua en las élites del poder la entrega de la nación venezolana y la destrucción de los derechos del pueblo para satisfacer las pretensiones de los capitales monopolistas, encubierta en una falsa lucha contra el bloqueo y las medidas coercitivas imperialistas.
Que todos lo sepan, ninguna calumnia ni difamación contra el PCV podrá arrojar sombra alguna sobre la limpia trayectoria pasada y presente de lucha antimperialista, anticapitalista, clasista y revolucionaria, del Partido del gallo rojo. Nuestro pueblo sabe que las y los comunistas venezolanos, con honestidad, sencillez y combatividad, defienden los intereses del pueblo trabajador ante las artimañas criminales del imperialismo yanqui y sus lacayos, y ante la traición de los burócratas y nuevos ricos del reformismo entreguista, que hoy se transan con los enemigos de la patria para preservar sus privilegios a costa del sacrificio de las mayorías populares.
La injuria anticomunista, precedida de la consabida censura mediática, pone de manifiesto la peligrosa tendencia autoritaria, antidemocrática y antipopular que se consolida en la práctica política de los que ostentan el poder, en la medida en que -manipulando con una rebuscada retórica seudorevolucionaria- se comprometen con los intereses de la alta burguesía, del imperialismo y de las elites de nuevos ricos surgidos al amparo de la administración irregular y sin control de los dineros públicos; en tanto, se destruye el salario, se desmontan las convenciones colectivas, se imponen la precarización y desregulación del empleo, se persigue y judicializa a luchadores obreros, se favorece a terratenientes en contra de los campesinos pobres, se destruyen las empresas públicas para luego privatizarlas ofreciéndolas como chatarra al capital privado, se libera de impuestos a los capitalistas y se somete al pueblo al IVA y a la hiperinflación dolarizada, además de ofrecer a las empresas transnacionales nuestras riquezas y nuestra soberanía con una fuerza de trabajo semi-esclava, mediante la ley de las zonas económicas especiales.
Con acusaciones destempladas, amenazas, chantajes y prácticas de criminalización contra las y los revolucionarios, así como contra líderes obreros y campesinos, las cúpulas del Gobierno y de la derecha opositora defienden el pacto entre las dos principales fracciones burguesas de Venezuela, la fracción asociada a los monopolios estadounidenses y la fracción de los mal llamados “burgueses revolucionarios”, es decir, la burguesía parasitaria relacionada con el actual Gobierno, que se encarga de liquidar todo vestigio del proceso progresista bolivariano iniciado por el Presidente Chávez.
En tales circunstancias, que nos recuerdan las impunes actuaciones antidemocráticas y anticomunistas del Gobierno pro-yanqui de Betancourt y Leoni en los años 60 del siglo XX, reiteramos nuestro llamado a la clase obrera y al pueblo trabajador de la ciudad y el campo a luchar en defensa de la soberanía nacional, por el rescate de nuestros derechos vulnerados y por recuperar la dignidad popular mancillada, acumulando fuerzas por una salida revolucionaria a la profunda crisis capitalista. De igual modo, llamamos al movimiento comunista internacional a redoblar la solidaridad con los comunistas venezolanos y con nuestro pueblo trabajador, ante las amenazas que se ciernen contra las fuerzas revolucionarias venezolanas en la medida en que las fracciones burguesas y sus representantes políticos pactan una gobernabilidad en favor de las clases dominantes.
Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de Venezuela
Caracas, 28 de septiembre del 2020
PCV Denounces Anti-Communist Defamation in National Assembly
In the September 14 National Assembly session, Deputy Oscar Figuera (Communist Party (PCV) and Popular Revolutionary Alternative (APR)) raised questions over the current pact between bourgeois elites which seeks to impose neoliberal policies on the country.
On behalf of the PCV and the revolutionary left coalition, he spoke out strongly against a draft statement backing the recent agreements between the government and the pro-imperialist extreme right in Mexico. The statement was intended to be unanimously approved in the parliament. The intervention of Comrade Oscar Figuera, who is also the PCV Central Committee’s general secretary, was once again censored by state television stations (VTV and ANTV) that broadcast all of the other deliberations that took place in the National Assembly. These stations cut off their live broadcast from the Federal Legislative Palace just before the communist deputy was due to speak, preventing anyone who was not present at the session from knowing what he said.
Such blatant, repeated and systematic violation of the right to information no longer surprises anyone in Venezuela, although it does cause outrage. However, the direct aggression against the PCV and its deputy reached an unprecedented level in the parliamentary debate on this occasion when Figuera concluded his speech and Deputy Pedro Carreño (PSUV) took the floor to accuse Figuera of being a "CIA mole" who was “on the books of the US State Department." Carreño's intervention was, of course, televised.
For the PCV it is clear that the absurd and slanderous statement from the gentrified Carreño against Deputy Figuera, as well as other statements frequently uttered by Deputy Jorge Rodríguez and other members of the ruling elite, are actually part of a sustained attack against the Communist Party and the forces which came together in the APR since last year. These attacks are not accidental nor do they correspond to a moment of heated debate. Rather, they are part of the escalation of a systematic attack against the party of the Venezuelan working class which seeks to discredit and stigmatize its firm and clear position against the surrendering and neoliberal course assumed by the government and PSUV leadership. The PCV’s position is expressed not only in the National Assembly sessions, but in all the activities carried out by the party, its Communist Youth and our mass political fronts, with the purpose of clarifying the scenario for our working people, who are the victims of the crisis of dependent and rentier capitalism, the illegal and criminal sanctions imposed by Yankee and European imperialism, and the government's anti-working and anti-popular policies.
In this context, the Political Bureau of the PCV’s Central Committee repudiates the abominable accusations irresponsibly launched against Figuera and denounces the development of an anti-communist plan which looks to promote irrational hatred against the Venezuelan communists and, in particular, against our deputy in the National Assembly. In the parliament, which is dominated by rightwing forces both in government and in opposition, the PCV deputy shines out as being the only one who raises the voice of the working class and the working people to denounce the handing over of the Venezuelan nation to our enemies and the destruction of the people’s rights to satisfy monopoly capital, a policy which is disguised as being part of a false struggle against the imperialist blockade and coercive measures and which is being carried out behind the backs of the majorities.
Let the world know: no slander or defamation against the PCV will be able to cast any shadow over the clean trajectory of anti-imperialist, anti-capitalist, class-conscious and revolutionary struggle of our Party. Our people know that Venezuelan communists defend with honesty, simplicity and combativeness the interests of the working people against the criminal tricks of Yankee imperialism and its lackeys, as well as against the betrayal of the bureaucrats and new reformist rich who today negotiate with the country’s enemies to preserve their privileges at the cost of sacrificing the popular majorities.
The anti-communist defamation, preceded by the well-known media censorship, highlights the dangerous authoritarian, anti-democratic and anti-popular tendency that is consolidated in the political practice of those who hold power today. This practice comes amid a manipulation of a far-fetched pseudo-revolutionary rhetoric and in the context of negotiations with the upper bourgeoisie, imperialism and the new elite. This new elite has emerged under the protection of irregular and uncontrolled administration of public funds, all while wages were destroyed, collective agreements dismantled, job insecurity and deregulation imposed, worker struggle persecuted and prosecuted, landowners favoured over poor peasants, and public companies destroyed and sold as scrap metal to private capital. At the same time, capitalists are being exempted from paying taxes and the people are subjected to VAT and dollarized hyperinflation, and transnational companies are being offered our wealth and our sovereignty with a semi-slave workforce through the law of Special Economic Zones.
With outrageous accusations, threats, blackmail and criminalization against revolutionaries, as well as against worker and peasant leaders, the leaders of the government and opposition right defend the pact between Venezuela’s two main bourgeois fractions: the fraction associated with the US monopolies and the fraction of the so-called "revolutionary bourgeoisie", that is, the parasitic bourgeoisie related to the current government which is in charge of liquidating every vestige of the Bolivarian progressive process initiated by President Chávez.
In such circumstances, which remind us of the unpunished, antidemocratic and anticommunist actions of the pro-Yankee governments of Betancourt and Leoni in the 1960s, we reiterate our call to the working class and the working people of the city and the countryside to fight in defense of national sovereignty, for the rescue of our violated rights and to recover the tarnished popular dignity by accumulating forces for a revolutionary solution to the deep capitalist crisis. In the same way, we call on the international communist movement to double down on its solidarity with Venezuelan communists and with our working people in the face of the threats that loom against the revolutionary forces as bourgeois fractions and their political representatives agree on governability in favor of the ruling classes.
Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de Venezuela
Caracas, 28 de septiembre del 2020