PARTIDO COMUNISTA DE CHILE
COMITÉ CENTRAL
Estimadas compañeras y estimados compañeros
Agradecemos la posibilidad de intervenir en este encuentro de reflexión sobre los procesos que nuestros partidos llevamos adelante en nuestras países en pos de cambios sociales revolucionarios. Las experiencias de cada uno nos ayudarán a todos a enriquecer nuestras políticas.
En nuestro caso, este intercambio coincide con la conmemoración de 40 años del golpe militar fascista que derrocó el gobierno popular revolucionario que encabezó Salvador Allende que avanzó un proceso de transformaciones encaminado a la construcción de una sociedad socialista. Pese a la dura derrota experimentada, el proceso vivido en los años del Gobierno Popular y la posterior resistencia al fascismo, es una fuente de experiencias, que incluye logros y también errores que, apreciados razonadamente, deben contribuir al éxito de nuestras luchas por cambios de fondo en el presente.
Lo que la mayoría de las fuerzas de izquierda asumíamos en el período anterior al golpe, con matices y diferencias, era que en las condiciones de Chile de entonces era posible abrir camino a la generación y consolidación de un proceso revolucionario que lograra un poder de nuevo tipo.
Los logros democratizadores eran sobre todo producto del accionar de la izquierda y de su capacidad de abrir espacio a alianzas y convergencias con las fuerzas democráticas de centro.
Teníamos también presente que era obligatorio prevenir giros drásticos de la situación que implicarían la incorporación de otras formas de lucha, incluyendo la probable necesidad de formas armadas. Se inició entonces un proceso de formación de cuadros militares, especialmente jóvenes, apoyándonos en la solidaridad internacional. Pugnábamos por una vía no armada, pero debíamos considerar que eso no dependía solo de nosotros. No obstante, los hechos mostraron una falencia grave del desarrollo de esa política militar lo que vale también para los tres años del gobierno allendista pese a la valiosa actitud del Presidente Allende y de relevantes cuadros militares institucionales.
La Unidad Popular se definió como alianza orientada a abrir paso a un cambio de fondo del sistema político social imperante. La conquista del gobierno era un importante logro, pero debíamos convertir esa victoria en conquista del poder sobre la base de trasformaciones sociales y políticas que condujeran a la construcción de una sociedad socialista.
En el avance de ese proceso se llevó a cabo el golpe militar fascista que instaló la dictadura de Pinochet durante 17 años, con sus secuelas de represión generalizada contra el pueblo y la instalación de las políticas neoliberales que han llevado a nuestro país a ser el símbolo mundial de la desigualdad social como lo acreditan las estadísticas recopiladas por la ONU.
Una agrupación de partidos democráticos, desde el Partido Socialista hasta la Democracia Cristiana, con exclusión del Partido Comunista, agrupados en la llamada Concertación Democrática, gobernaron desde el fin de la dictadura (1990) hasta que la derecha ganó la elección presidencial con Sebastián Piñera en 2010. Esa derrota fue el resultado previsible de las políticas de la Concertación que mantuvo en lo esencial el neoliberalismo instalado por la dictadura.
Aplicando su política de revolución democrática aprobada en su XX Congreso del año 1994 y ratificada en su XXI Congreso, nuestro Partido está empeñado hoy en la generación de lo que hemos denominado Una Nueva Mayoría Nacional que haga posible la convergencia del más amplio arco de fuerzas democráticas para conquistar un gobierno capaz de superar la preeminencia que desde la dictadura y por años ha mantenido el neoliberalismo como esencia de la política de sucesivos gobiernos incluyendo los gobiernos de la Concertación y, con mayor razón del actual gobierno de derecha.
Ya en el Manifiesto Comunista Marx y Engels plantearon que la política del proletariado debía asentarse en la perspectiva de hacer converger en la acción en pro de la revolución a todas las fuerzas sociales y políticas cuyos intereses chocaran con el dominio de clase existente. Escribieron allí: “los comunistas trabajan en todas partes por la unión y el acuerdo entre las fuerzas democráticas de todos los países y “apoyan por doquier todo movimiento revolucionario contra el régimen social político existente¨.
Es claro que la contradicción fundamental en las sociedades modernas es la que enfrenta a los proletarios y el gran capital externo y oligárquico. No obstante, debemos constatar que no solo los proletarios son víctimas de esa dominación sino también vastos sectores intermedios. En ese cuadro, apreciamos que la contradicción principal del período es la que enfrenta los intereses del imperialismo y las oligarquías agraria, financiera e industrial con los intereses de los trabajadores de la ciudad y el campo, pero también de la intelectualidad, de la juventud, de pequeños propietarios y de sectores de la burguesía vinculadas esencialmente al mercado interno. Crear condiciones para reunir en un frente común esa diversidad de clases y capas sociales y sus distintas expresiones políticas es el fundamento objetivo de la construcción de una correlación de fuerzas políticas y sociales capaz de enfrentar con éxito el poder de las clases dominantes y el imperialismo y hacer realidad la conquista del poder y con ello la capacidad de construir una sociedad de nuevo tipo.
En esa realidad la Nueva Mayoría Nacional es concebida como un espacio integrador de todas las expresiones políticas y sociales que se enfrentan a la permanencia del modelo neoliberal instalado por Pinochet y los suyos y que no fue desplazado por los gobiernos de la Concertación y tampoco, por cierto, por el actual gobierno de derecha de Piñera, que es consecuente promotor y sostenedor del neoliberalismo.
La batalla por la unidad es una lucha compleja, un proceso que experimenta avances y retrocesos, convergencias de aliados y también pérdidas. Es esencial mantener firme la vocación unitaria fundada en sus bases objetivas (intereses de clases y capas sociales que tratamos de unir tras el objetivo común del cambio social) así como garantizar el rumbo hacia el cambio de fondo que funda la unidad en la diversidad. Intransigencia ante los sostenedores del sistema social que proponemos cambiar, flexibilidad y tolerancia ante los demás.
Lo principal es siempre la organización del movimiento popular: la experiencia confirma que las batallas de las organizaciones sociales del más diverso espectro generan situaciones que presionan por cambios de fondo y promueven acciones de sectores diversos. Las organizaciones sindicales, el movimiento estudiantil, las estructuras de variada composición que emergen en regiones, han significado despertares que abren camino a los cambios que promovemos.
Actualmente, nos encontramos a una semana de la elección Presidencial, conjuntamente con las elecciones Parlamentarias y de los Consejeros Regionales (que actúan a nivel de cada una de las 15 regiones del país). Como coalición de la Nueva Mayoría logramos coincidir en el apoyo a una candidata presidencial única, la ex Presidenta Michelle Bachelet, una lista única de candidatos al Parlamento y de Consejeros Regionales, y –lo que es fundamental para nuestro Partido- concordamos en un Programa común que se propone iniciar transformaciones estructurales en el país, destacándose la decisión de cambiar la actual Constitución, que es aún una herencia de la dictadura. El éxito de esta nueva etapa de cambios profundos dependerá de muchos factores, pero fundamentalmente de la fuerza de los movimientos sociales para asegurar el cumplimiento del Programa y la obtención de una sólida representación de la Nueva Mayoría en el Parlamento. Será muy importante la solidaridad internacional con este proceso para ponerlo a resguardo de las agresiones y eventuales acciones desestabilizadoras del imperialismo.
El Partido Comunista de Chile saluda este XV Encuentro Internacional de los Partido Comunistas y Obreros con la firme convicción de que la lucha en contra del imperialismo, del capitalismo en su fase neoliberal, dirigida en la mayoría de los países del orbe, por fuerzas de izquierda, por comunistas y revolucionarios, continuará sin tregua hasta alcanzar el socialismo.
VIVA EL SOCIALISMO
VIVA LA PAZ
Gracias