UNIDAD, ANTIMPERIALISMO E INTERNACIONALISMO EN LA LUCHA DE LOS COMUNISTAS HACIA LA LIBERACIÓN NACIONAL Y EL SOCIALISMO
Contribución de Partido Popular Socialista de México al XXII Encuentro Internacional de Partidos Comunistas y Obreros. La Habana Cuba, 27 al 29 de octubre de 2022.
“Solidaridad con Cuba y todos los pueblos en lucha. Unidos somos más fuertes en la lucha antiimperialista, junto a los movimientos sociales y populares, frente al capitalismo y sus políticas, la amenaza del fascismo y la guerra; en defensa de la paz, el medio ambiente, los derechos de los trabajadores, la solidaridad y el socialismo”.
Estimados camaradas: Saludamos la realización de este XXII Encuentro Internacional de Partidos Comunistas y Obreros, y el acierto de realizarlo aquí, en Cuba Socialista, país que se ha constituido en la primera trinchera de los pueblos del mundo que luchan por la liberación nacional y el socialismo, razón por la cual también se ha convertido en el epicentro de las agresiones más brutales por parte del imperialismo yanqui y sus lacayos de la OTAN. Por eso mismo, consideramos que otro gran acierto ha sido encabezar la temática del Encuentro destacando la importancia que para los comunistas del mundo merece la “solidaridad con Cuba y todos los pueblos en lucha”, así, en ese orden.
Y estimamos que un tercer notable acierto, ha sido destacar, enseguida, la importancia, objetivos y amplitud de la unidad que debemos promover y ejercer los comunistas, con dedicación y sin asomo de sectarismo, “en la lucha antiimperialista, junto a los movimientos sociales y populares, frente al capitalismo y sus políticas, la amenaza del fascismo y la guerra; en defensa de la paz, el medio ambiente, los derechos de los trabajadores, la solidaridad y el socialismo”. Y, desde luego, agradecemos la anfitrionía del hermano Partido Comunista de Cuba.
Nuestro partido sustenta que, hoy más que nunca, los conceptos internacionalismo proletario y antimperialismo marchan hermanados, porque la realidad demuestra que el imperialismo yanqui –con sus secuaces europeos de la OTAN—constituyen hoy por hoy el enemigo fundamental de todos los pueblos del mundo, y que los comunistas todos debemos unir fuerzas contra éstos, distinguiendo el carácter concreto de ese imperialismo, que lo diferencia de otros países que, en el presente y siguiendo las leyes del desarrollo develadas por Marx, Engels y Lenin, han llegado al momento en que sus economías capitalistas arribaron en mayor o menor medida a la etapa del imperialismo, sin que, por eso los haya llevado a una agresividad violenta ni al afán de dominio planetario que define al de la dupla imperialismo yanqui-OTAN. Es decir, como las leyes de la dialéctica lo indican, es indispensable no confundir al imperialismo como categoría económica, con la conducta que la clase social dominante en cada país asume en cada situación concreta de nuestra época.
Porque es evidente que el imperialismo yanqui-OTAN, y no otros, es el que ataca a Cuba –la actual plaza más avanzada de la clase trabajadora en el Orbe— sometiéndola a un bloqueo genocida e ilegal y tratando de destruir la firme voluntad del pueblo hermano que ha optado por edificar el Socialismo, y agrede también a todos los demás pueblos de América Latina que con grandes esfuerzos van instalado gobiernos no neoliberales que inician el camino del desarrollo de sus fuerzas productivas nacionales con independencia de los dictados de Washington; y, al mismo tiempo, se empeña en extender el predominio de la OTAN en Europa del Este, en incrementar su injerencia militar en África y en amenazar a China, cuyo veloz y continuado desenvolvimiento económico, ven como un gravísimo riesgo para un predominio hegemónico mundial, que en vano se empeñan en mantener, como si fuera posible detener las leyes objetivas de la realidad que anuncian el fin inminente del mundo unipolar, surgido luego de la caída de la gloriosa Unión Soviética y las Democracias Populares de Europa.
En el caso de México, la lucha de nuestro partido, de su interpretación y reflexión teórica y de su acción práctica ha contribuido a que por fin, en 2018, lográramos salir de la pesadilla neoliberal que duró 36 años, y, con la enorme victoria popular de más de 30 millones de votos, que llevó al arribo de Andrés Manuel López Obrador a la presidencia, y a que estableciéramos así nuestro primer gobierno no neoliberal, removiendo a los conservadores, socialcristianos y socialdemócratas, que nos habían impuesto una férrea dictadura de clase, disfrazada de “alternancia”, y que ahora se han unificado todos, con la crema y nata del sector patronal, con la pretensión de derrocar al nuevo gobierno.
El de López Obrador es un gobierno solidario con Cuba y los demás pueblos hermanos que luchan contra el imperialismo, y es también el primero en largo tiempo que no realiza una sola privatización ni reforma que afecte los derechos de los trabajadores y el pueblo, y que ya empieza a retomar el camino de la defensa de nuestra soberanía nacional conculcada por el imperialismo yanqui, y la recuperación de nuestro patrimonio energético, que los neoliberales entregaron a capitales imperialistas, además de impulsar políticas redistributivas del producto, en beneficio de las mayorías.
Con el arribo de López Obrador a la presidencia, se abrió la posibilidad de iniciar el proceso de retorno a nuestra vía de desarrollo histórica, la que surgió de todo el proceso revolucionario de nuestro pueblo, hacia la reconstrucción de todo lo destruido, y, a partir de allí, reiniciar el ascenso, hacia etapas superiores, cuya escala final será una sociedad socialista.
Queridos camaradas, reciban todos, el abrazo camaraderil del Partido Popular Socialista de México.
Santos Urbina.
Secretario general del Partido Popular Socialista de México
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