22nd IMCWP, Contribution by the Colombian CP

11/7/22, 1:51 PM
  • Colombia, Colombian Communist Party 22nd IMCWP Es South America Communist and workers' parties

INTERVENCIÓN DE JAIME CAYCEDO, SECRETARIO GENERAL  DEL PARTIDO COMUNISTA COLOMBIANO EN EL XXII ENCUENTRO INTERNACIONAL DE PARTIDOS COMUNISTAS Y OBREROS

 

Queridas/os Camaradas: 

Reciban el saludo amistoso y solidario del PartidoComunista Colombiano a las y los participantes de este extraordinario Encuentro en la Isla de la Libertad, en la amada Cuba socialista. 

Este nuevo EIPCO se celebra, una vez más en América Latina y el Caribe, en un momento político en el que no podemos ignorar el influjo de las luchas, conquistas y reconquistas democráticas en este Continente. Nuestro saludo al heroico pueblo de Cuba, a su Partido Comunista y a su gobierno revolucionario, que han provisto las condiciones políticas y materiales para hacer de este Encuentro un punto amistoso para la reflexión en torno a los temas de fondo de la lucha contra el imperialismo, el aporte de los PCs a la misma, su relación íntima con la lucha anticapitalista, la comprensión del sentido transformador de ls luchas populares contra un sistema que fomenta el odio anticomunista, racista, clasista frente a todo aquello que cuestiona su dominio. 

La escogencia de Cuba para este Encuentro es un reconocimientoespecial a la resistencia ante el recrudecido bloqueo de EEUU, endurecidoincluso bajo la pandemia en la que Cuba no sólo desarrolló vacunas propias y experiencias en la contención del fenómeno, sino que mostró la superioridad moral que dimana del socialismo y su sentido solidario al compartir la atención médica de la Brigada Henry Reeve en varios países del mundo, incluida de la Unión Europea. Este ejemplo extraordinario nos compromete a trabajar por la mayor incidencia del movimiento comunista en la lucha de la clase obrera y los pueblos por un mundo mejor.Adicionalmente, las y los colombianos agradecemos al Partido, al pueblo y al gobierno de Cuba su aporte continuado a la búsqueda de la paz en Colombia al permitir adelantar en su suelo diálogos de paz y ser garante de acuerdos trascendentes para la paz en el país y en el Continente.

El pulso de las luchas de clases en el planeta muestra los grandes desafíos  que se nos imponen frente a la nueva forma de la ofensiva del imperialismo, en su reintento por reimplantar una hegemonía bipolar de enfrentamiento occidente-oriente. 

Parasuperar su decadencia y aferrarse desesperadamente a un papel hegemónico global, el imperialismo de Estados Unidos transforma su rivalidad agresiva hacia la República Popular de China, devenida en la primera economía mundial, en una amenaza prepotente de expansión y cerco militar de la OTAN en un doble sentido: con la complicidad de países de la Unión Europea presionan la incorporación de nuevos estados a este pacto militar guerrerista, desatan la guerra mediática de odionazifascistacontra Rusia, arman e instrumentan a Ucrania en una carrera debocada que pone en peligro la paz mundial; mientras crean el AUKUS, una amenazante sucursal de la OTAN en el Indo Pacífico, que cierra la tenaza geopolíticasobre Rusia, China, India, Irán, Vietnam y la República Democrática popular de Corea. 

La pretensión de un orden unipolar de sometimiento de los pueblos al imperialismo con preeminencia estadounidense va en contravíade la realidad y de las aspiraciones de los pueblos en el sistema mundial. Las resistencias sociales frente al capitalismo, el colonialismo, el patriarcado y las desigualdades son fuerzas sociales en crecimiento, con expresiones políticas y político-estatales diversas, queabogan por un mundo distinto, con base en la paz, la cooperación y la coexistencia pacífica. En este contextola fuerzas revolucionarias de las que hacemos parte las y los comunistas no renunciamos allevar en alto las banderas de la paz, la democracia, la igualdad, el socialismo y la felicidad humana. 

Todo este ambiente se desenvuelve en un escenario internacional marcado por el conflicto en Ucrania y las crecientes tensiones que promueve Estados Unidos con la República Popular de China, estimuladas recientemente por las provocaciones sobre el status de la isla de Taiwán.Este imperialismo, fase extrema del capitalismo monopolista transnacional, expoliadory violento, en franca crisis y decadencia, es el enemigo común de la Humanidad. No disputa solamente mercados, lo quiere todo bajo su dominio al costo que sea.Es el capital en su forma más agresiva, militarista, expansiva, antidemocrática, amenazante, en el marco de su peligrosa defensiva estratégica. 

La Humanidad debe tomar consciencia de los riesgos que conllevan los grandes problemas comunes: crisis energética, crisis climática como espada de Damocles, pandemias, degradación de las condiciones de vida de millones de seres, migraciones masivas que desnudan la realidad del neocolonialismo,del racismo y la falacia del compromiso de las potencias capitalistas con los derechos humanos. Las y los comunistas tenemos que orientar un esfuerzo de unidad y movilizaciones para cambiar el curso de estos retos fatales. 

Lo que algunos denominan un nuevo ciclo del progresismo en América latina, tiene sus raíces en las explosiones sociales que adquieren cada vez más las características de rebeliones populares, de la juventud, de las mujeres, de los excluidos.Rebeliones populares frente al neoliberalismo, el capitalismo, el colonialismo, el patriarcalismo y la antidemocracia. Estas rebeliones son resultado de la resistencia social a la imposición del neoliberalismo y de los modelos para mantener una subordinación, una desigualdad y un control social represivo que se han vuelto insostenibles. 

En Colombia, la resistencia estratégica y la política de unidad desde la izquierda han permitido al pueblo colombiano, no solo  avanzar en la paz con la consigna de solución política a las expresiones internas de guerra civil guerrillera, de enfrentamiento a la contrainsurgencia y de instrumentación imperialista de aparatos paramilitares sino vencer electoralmente a la extrema derecha fascista y de paso revertir la pretensión del Comando Sur del ejército de los EEUU de utilizar a Colombia en la prevista intervención militar contra la Revolución bolivariana de Venezuela. Obstaculizar y derrotar los planes del imperialismo ayuda a reforzar los lazos de unidadde nuestra América toda.Ahora, cuando nos aproximamos a la conmemoración Bicentenaria del histórico Congreso Anfictiónico de Panamá de 1826, el pensamiento bolivariano cobra más vigencia que nunca como proyecto que llama a levantar la voz del Continente en defensa de la paz mundial, a la acción en común para enfrentar el cambio climático y la sobrevivencia de la vida en el planeta. 

Los Partidos comunistas y obreros podemos unir fuerzas junto a otras fuerzas progresistas, antifascistas, democráticasy religiosas comprometidas con la paz, para enfrentar al enemigo principal, el imperialismo de hoy, con sus nuevos ropajes, su brazo armado de pactos militares articulados en la OTAN y su chantaje de sanciones económicas a los países que no se someten a su modelo, con grave daño a millones de seres humanos, víctimas de esa forma guerra económica imperialista. 

Proponemostrabajar por una convergencia de voluntades y esfuerzos comunes para alcanzar un cese al fuego inmediato en Ucrania, una solución pacífica que respete las diferencias étnicas, lingüísticas, condene el racismo, en anticomunismo, toda forma de estigmatización y restablezca la libertad política en ese Estado; que imponga el retiro de tropas, armas y asesores militares del territorio ucraniano; que revalore los Acuerdos de Minsk y el papel de la neutralidad frente a los pactos militares transnacionales incluida la OTAN. 

Proponemos impulsar el movimientode opinión mundial en contra de la expansión de la OTAN, por su disolución definitiva; por el desmonte del AUKUS, del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca TIAR y el retiro de las bases militares de potencias nucleares en América Latina, el Caribe y, en general, en territorios extranjeros. 

Llamamos al conjunto del movimiento comunista a esforzarse por su unidad para actuar en función de los intereses de los pueblos, sin vacilaciones en la definición del enemigo principal y en la búsqueda de coincidencias y de alianzas de orientación clasista, antimperialista, democrática, revolucionaria, que permitan avanzar y fortalecer las fuerzas del cambio y del socialismo. 

Nuestra solidaridad es un valor esencial, un ejercicio que reafirma la identidad misional del ser comunista y un principio base para la unidad de acción en torno a objetivos comunes en medio de la diversidad de circunstancias. Debemos construir nuevas ideas en la lucha ideológica frente al Leviatán del capitalismo mediático y el lenguaje adecuado para superar más de un siglo de anticomunismo sistémico. En esta tarea también habremos de vencer.

 

VIVA CUBA SOCIALISTA Y REVOLUCIONARIA

VIVA EL INTERNACIONALISMO PROLETARIO

VIVA LA UNIDAD ANTIMPERIALISTA DE LOS PUEBLOS

VIVA EL COMUNISMO.

 

 

La Habana, octubre 28 de 2022