18 IMCWP, Contribution of CP of Argentina [Es]

10/28/16 10:46 AM
  • Argentina, Communist Party of Argentina IMCWP Es

Contribution of CP of Argentina [Es]

Estimados camaradas:

Un sincero agradecimiento al Partido Comunista de Vietnam por la cálida acogida en esta gloriosa tierra de Ho Chi Minh.

Un saludo fraterno a todos los Partidos Comunistas y revolucionarios aquí presentes.

Realizamos este Encuentro en el marco de la continuidad de la mayor crisis conocida en la historia del capitalismo, en la que se agudizan los aspectos financieros, energéticos, culturales y económicos, que se manifiestan en términos humanitarios, ambientales y alimentarios.

Este conjunto constituye una única y gran crisis, sobre determinante, múltiple, abarcadora: la crisis civilizatoria del capitalismo.

No se trata sólo de un fenómeno estadounidense impactando sobre el resto del mundo, sino de un proceso planetario. Vemos sus efectos preocupantes en Europa en donde la UE cruje y atraviesa una profunda crisis agravada ahora por la problemática de los refugiados. Pero este fenómeno, como es lógico, tiene su motor decisivo en el centro del mundo capitalista: los Estados Unidos, que despliega su política militarista en buena parte del mundo y avanza en una contraofensiva que, en América Latina, amenaza todo lo avanzado desde el Rechazo al Alca (Tratado de libre comercio) en la IV Cumbre de las Américas realizada en el año 2005 en Argentina, hasta nuestros días.

No pensamos que esta crisis llevará “naturalmente” al fin del imperialismo norteamericano, éste venderá cara su derrota y tenemos que luchar para lograrla. Hablamos de decadencia pero no desde una mirada determinista, sino como un largo proceso de final abierto.

Asistimos a una tendencia a la multipolaridad que cabalga sobre el deterioro del conjunto del capitalismo global, en una etapa histórica de turbulencias en el marco de una reconfiguración del mapa geopolítico, signado por la irrupción como contrapeso al poder imperial de China y Rusia como actores centrales de la política internacional.

Como consecuencia de su crisis, el imperialismo se vuelve cada día más agresivo, persiste en sus políticas coloniales como en el Medio Oriente y otras regiones donde descargan su terror destructivo. En la Argentina lo vemos con Nuestras Islas Malvinas, desde donde pretenden controlar el Atlántico sudoccidental, el paso interoceánico sur y el acceso a la Antártida como parte de una ofensiva brutal en contra de la soberanía de las naciones, los derechos de los pueblos y la paz mundial. Alienta políticas y discursos anticomunistas mientras favorece el crecimiento de grupos fascistas y xenófobos.

Esta agresividad se manifiesta en toda su dimensión en temas que se han constituido como grandes negocios del capitalismo: el narcotráfico, el tráfico de armas y de personas.

Los miles de billones de dólares que se mueven en ellos y los tan declamados “combates” o “guerras” a los mismos se transforman, en realidad, en una parte fundamental de la política de intervención del imperialismo en el mundo y de control dentro de sus fronteras.

No en vano nuestros nuevos gobiernos de derecha ponen la “lucha contra el narcotráfico” como una de sus consignas principales.

La realidad latinoamericana actual se caracterizó desde fines de la década del 90 por afrontar la crisis del neoliberalismo y haber logrado en varios países la instalación en el gobierno de proyectos de carácter progresista y de izquierda, reinstalando la idea de Patria Grande latinoamericana y dando fuerte impulso a nuevos procesos de integración regional.

Hoy, nuestra región está sufriendo la contraofensiva imperial y se encuentra fuertemente condicionada por la misma, que despliega una combinación múltiple de reforzamiento y proliferación de bases militares, conjugada con una batería mediática y cultural que busca naturalizar la penetración militar y el dominio ideológico sobre nuestros pueblos, territorios y correspondientes bienes naturales estratégicos.

Las reservas petrolíferas, acuíferas, minerales y la biodiversidad se constituyen en la principal motivación para esta contraofensiva. Desacreditar y desarticular las instancias de integración regional logradas en éste período y detener los incipientes procesos orientados hacia una autonomía de nuestros sistemas financieros, reinstalando la dependencia económica, es crucial para imponer acuerdos y tratados claramente direccionados a favor los intereses de los EEUU.

La profundidad de esta contraofensiva queda demostrada también en los golpes de Estado de nuevo tipo ya triunfantes en Honduras y Paraguay y Brasil, o intentos desestabilizadores en ese rumbo como en Venezuela, Bolivia, El Salvador, Ecuador y Nicaragua, mientras continúa el criminal bloqueo contra la Revolución Cubana.

En nuestro país, una fuerte campaña desestabilizadora articulada también desde la embajada de EEUU, aprovechó los límites y debilidades del proceso argentino, llevando al triunfo electoral a la derecha, tanto en la presidencia de la nación como en los distritos electorales más importantes.

Ante esta coyuntura nos preguntamos: ¿Cuáles fueron los límites y debilidades del proceso desarrollado en nuestro país tanto como en otros proceso progresistas latinoamericanos en la última década?

En relación a nuestro país los comunistas veníamos alertando sobre ellos en torno a tres elementos principales que creemos centrales y que determinan este nuevo escenario:

  • Que no se debía subestimar a la derecha y su reestructuración política, que es parte de un fenómeno internacional y que en la región cuenta con el impulso y coordinación del imperialismo norteamericano.
  • Que el Capitalismo es el problema y no la solución. (Ante el enfoque erróneo de que se puede construir un “capitalismo serio o humano o nacional” que elimine las desigualdades sociales). Esta idea consolidó una mirada estrecha en el movimiento popular que impidió volcar toda su potencialidad acumulada en estos años en función de frenar y derrotar a la derecha, paso obligado para consolidar un verdadero rumbo de liberación nacional.
  • La falencia en la construcción de una fuerza política integradora de todos los sectores que articule un programa de cambios que pusiera al movimiento popular al frente de la lucha por las transformaciones de las estructuras políticas y económicas, que son los principales obstáculos para la liberación nacional y social de nuestro país.

Mientras tanto el establishment, siempre con la coordinación permanente de la embajada de EEUU, ha podido reconfigurar las fuerzas de derecha, deslegitimadas en la región en su alternativa militar de utilización de las dictaduras como vehículos de implementación de sus políticas en los años 70 y 80 y deslegitimadas luego por la crisis neoliberal de los 90 en la forma de alternancia de los partidos burgueses tradicionales, consolidando hoy un nuevo partido de derecha “moderna”, de raíz profundamente conservadora, alineado con el ideario neoliberal, reaccionario y autoritario. Paralelamente trabaja en la contención y el reordenamiento de sectores importantes del peronismo para presentarlo como la oposición de centroderecha necesaria para recrear la alternancia política que le de perdurabilidad a la agenda imperial para América Latina.

Hoy tenemos un verdadero gobierno de clase que actúa de acuerdo a su ADN liberal y autoritario: que impuso una fuerte devaluación de la moneda nacional, quitó las retenciones a las transnacionales mineras y los agronegocios, llevó adelante un tarifazo de servicios públicos, despide a miles de trabajadores en la administración pública ( alentando lo mismo en la actividad privada), promulgó el llamado Protocolo Anti piquetes o anti protestas sociales, se amedrenta a las organizaciones políticas y sociales en lucha, mantiene detenida ilegalmente como presa política a Milagro Sala y sus compañeros en el norte del País cada vez en peores condiciones (Dirigente social, diputada electa del Parlasur que por su detención no pudo asumir), vetó la llamada ley anti despidos, impulsa a través del Poder Judicial la reglamentación del derecho de huelga y vuelve a las relaciones carnales con los EEUU, en detrimento de la integración latinoamericana.

Graves posiciones, genuflexas, expresadas durante la última Asamblea General de la ONU sobre Nuestras Islas Malvinas y la relación con el Reino Unido, son de extrema gravedad y se proyectan a las ambiciones sobre el territorio antártico y sus riquezas, así como la propuesta del llamado “Plan Belgrano” para diez provincias del norte de nuestro país y las instalaciones militares proyectadas para garantizar el saqueo (extracción y transporte) de los recursos naturales, entre los que cobran particular importancia el litio existente en el noroeste y las reservas de agua dulce presentes en el acuífero guaraní. Ese Plan incluye la introducción de la DEA yanqui y la generación de conflictos fronterizos con nuestro vecino Estado Plurinacional de Bolivia.

Completa el cuadro de situación de la agenda del establishment, la implementación de una reforma política ya en curso. Todo con la complicidad de los grupos mediáticos hegemónicos y el creciente silenciamiento de las voces alternativas.

Más allá de los logros demostrados por la derecha en el campo electoral, su gobierno demuestra dos puntos de debilidad que debemos tener en cuenta quienes queremos debilitarlo y derrotarlo llevando al seno del movimiento popular la discusión en torno a que:

La crisis del capitalismo es también la crisis del reformismo burgués, por lo que la idea de un capitalismo “serio” planteada por el gobierno kirchnerista, objetivamente llegó al límite de sus posibilidades y que el modelo que se intentó, dirigido por fracciones burguesas locales, no tuvo el programa ni los motores sociales correctos para prosperar.

Debemos llevar la discusión y el análisis de cómo ubicarnos ante el problema de la dependencia, y así poder avizorar hacia qué escenario político nos dirigimos.

Contamos para ello, por parte de un amplio sector del campo popular, con el saldo positivo de la última década con la revalorización del concepto de “Patria Grande”, de la visión de “Nuestra América”, por lo que para confrontar con la dinámica del capitalismo global nos permite afianzar la idea de que hay que prepararse para confrontar en todos los planos con el poder real, hacia adentro y hacia afuera de las fronteras y que ésto requiere instrumentos políticos de nuevo tipo.

En el oredn nacional, esto nos coloca ante un enfoque táctico de enfrentar al gobierno en cada una de las luchas llevando la propuesta de un Frente contra el Ajuste, la Entrega y la Represión sin perder de vista que esto debe servir para fortalecer la construcción del Frente de Liberacion Nacional y Social, como objetivo estratégico que nos trazamos desde Nuestro 16° Congreso y sucesivos; e indefectiblemente en lo regional impulsar la continuidad y profundización en el trabajo en los diversos espacios de articulación de las luchas, fundamentalmente en el Foro de San Pablo, en el marco del cual, buscamos articular un plan común de las fuerzas de izquierda latinoamericanas y caribeñas a fin de trazar un programa político para la construcción de una sociedad post capitalista.

Esta problemática se vio reflejada además, en el Coloquio Internacional de Partidos Comunistas que realizamos en mayo en Buenos Aires donde participaron representantes de Uruguay, Paraguay, Bolivia, Perú, Brasil y Cuba asi como en el mes de Agosto en el Encuentro Internacional de Partidos Comunistas y Revolucionarios de América Latina y el Caribe organizado por los partidos Comunista Peruano y Comunista-Patria Roja (en proceso de unificación) al que asistimos organizaciones de Argentina, Bolivia, Brasil, Cuba, Ecuador, El Salvador, México, Nicaragua, Perú, Uruguay y Venezuela.

Así llegamos a la Gloriosa Hanoi, en los umbrales del año del Centenario de la Revolución de Octubre, próximos al centenario también de la fundación de nuestro Partido, convencidos del rol que tenemos los Comunistas, nuestra razón de ser, nuestra inserción en el futuro, en tanto vanguardia, en tanto sistema de evaluación racional y de lucha, al servicio de ese sujeto, que visto desde el punto de vista histórico global debe romper sus cadenas burguesas si quiere realmente vivir de manera digna.

Convencidos que en el siglo XXI el comunismo debe asumir su cuerpo plural, universal, su diversidad social oprimida a partir de su experiencia, de una conciencia renovada, realmente planetaria, abarcando una vasta diversidad de identidades en desarrollo para ser capaz de ponerse en la primera línea de combate de los explotados y humillados del mundo, trabajando para unirlos, empujando hacia un horizonte de justicia, igualdad, libertad, de paz y fraternidad, horizonte que nunca pudo alcanzar la burguesía y que sí puede ser logrado por variados caminos hacia el socialismo.

Necesitamos para eso esforzarnos por crear una articulación internacional de partidos comunistas y revolucionarios construída sobre un debate noble, de elevación moral, política, de respeto y de fraternidad, con capacidad para procesar los elementos distintivos que nos proyecten a los partidos comunistas como las fuerzas más participativas y democráticas de la sociedad.

Tenemos que transmitir las características de la sociedad que queremos construir, una sociedad libre, de productores libres, la sociedad comunista, para eso estamos y a eso debemos consagrar nuestros mejores esfuerzos.

Muchas gracias.