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14 Encuentro Internacional de Partidos Comunistas y Obreros
Beirut, 23-25 de Noviembre del 2012
Contribución del Partit dels i les Comunistes de Catalunya(*)
Presentada per Ángel Crespo miembro del área internacional del PCC.
Camaradas,
En primer lugar expresaros un saludo revolucionario en nombre de la dirección del Partit dels i les comunistes de Catalunya y agradecer especialmente al Partido Comunista del Líbano la organización de este encuentro y la acogida y soporte que nos presta a los asistentes al mismo. El PCL ha puesto los elementos básicos y las condiciones materiales para asegurar el éxito del Encuentro, ahora depende de nosotros, de la capacidad y voluntad de los representantes de Partidos aquí presentes, que los resultados sean fructíferos y nos ayuden confrontar el capitalismo y al imperialismo en el centro de una crisis de gran profundidad y amplitud, y que estas jornadas nos sean útiles para intercambiar experiencias, establecer relaciones bilaterales, desarrollar nuestros vínculos de solidaridad y alternativas.
Tenemos ante nosotros grandes retos, en un momento de hegemonía neoliberal y de creciente agresividad del imperialismo para desarrollar una fuerte lucha ideológica, el trabajo de masas y la construcción de alternativas en la defensa de los derechos laborales, sociales y democráticos que nos intentan arrebatar y al mismo tiempo orientar la perspectiva de una sociedad socialista.
Desarrollamos este encuentro a escasos Kilómetros de una nueva agresión del estado de Israel contra el pueblo palestino, y seguro que todos estaremos de acuerdo en expresar la más enérgica condena al brutal ataque israelí que está dejando una secuela de víctimas inocentes y daños materiales en la franja de Gaza, que agravan la ya difícil situación de la población, y expresar nuestra solidaridad con su causa y su derecho a tener un estado propio con capital en Jerusalén Este. Pero además de expresarlo aquí hemos de comprometernos también en la extensión de esa solidaridad en cada uno de nuestros países. Esta nueva agresión se enmarca en la escalada militarista del imperialismo en la zona y en este contexto los comunistas hemos de reiterar nuestra oposición y condena a cualquier tipo de intervención militar.
Esta es una crisis económica, financiera, social, alimentaria, energética, ambiental, cultural, institucional, una crisis estructural del capitalismo que afecta muy directamente a las condiciones de vida de los pueblos, y están aprovechando la misma para inocular miedo, resignación, y fatalismo entre la clase obrera y el pueblo, y así tener el camino preparado para arrasar con los derechos laborales, sociales y democráticos acumulados a través de años de lucha obrera y popular.
Una crisis que aún no golpeando a todos los países de la misma forma, está teniendo repercusiones mundiales, por su origen especulativo y financiero y donde EEUU, busca enfrentar la crisis internacional y el deterioro de su hegemonía ideológica y política, mediante su hegemonía monetaria y militar. .
Una crisis que se produce en un contexto de hegemonía de las ideas neoliberales, que vienen de los 70 en la era Reagan y Tatcher, una hegemonía que ha crecido en la combinación del dominio del desarrollo tecnológico y comunicativo, los cambios en la organización del trabajo y la producción, el impacto del consumo generalizado en la alienación de las masas y la debilidad de las organizaciones de izquierda.
Ese avance neoliberal se muestra con crudeza con el desclasamiento de amplios sectores de trabajadores, que han creído que por su capacidad de consumo (aunque fuera a crédito) dejaban de ser clase trabajadora y se convertían en una nueva y hegemónica clase, “la clase media”. La pérdida de la conciencia de clase, está en la base de las dificultades para hacer frente a la ofensiva liberal.
Hoy la crisis está golpeando a la clase trabajadora en su conjunto, incluidos aquellos con mayor capacidad adquisitiva, y otros sectores de la población como los pequeños agricultores, trabajadores autónomos, pequeños empresarios, comerciantes y estudiantes. Las recetas neoliberales que se están aplicando van en la dirección de derruir el conjunto de derechos conquistados y si no lo evitamos convertirse en un retroceso civilizatorio de grandes dimensiones.
Al mismo tiempo se desarrollan movimientos de resistencia y respuesta, importantes movilizaciones y luchas que empiezan a confrontar estas políticas y que son factores imprescindibles para el cambio de la correlación de fuerzas.
A nivel internacional se va rompiendo el unilateralismo y construyendo espacios y alianzas que van en una dirección diferente, el papel económico de países como los llamados BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), los acuerdos en América latina como el ALBA y los acuerdos regionales y continentales como la CELAC.
Representa una esperanza y un dato positivo la situación en América Latina donde se da un cierto equilibrio de fuerzas entre los diversos sectores populares y capas sociales que durante los últimos años han apuntalado los cambios sociales en Brasil, Venezuela, Bolivia, Argentina, Ecuador, Uruguay y otros países y una oligarquía que no renuncia a la recuperación del poder y combina diferentes formas de presión: militar norteamericana (bases, IV Flota); económica, especialmente a través de acuerdos bilaterales; golpismo (como en Honduras y Paraguay); mediática y político-electoral, con el apoyo a un nuevo centro-derecha regional. Creemos necesario destacar, el papel jugado por Cuba, su Partido y su revolución en el desarrollo de esta nueva situación.
Las recetas y el discurso ideológico son los mismos en todo el mundo, por tanto se requiere cada vez más coordinación del campo popular, para establecer resistencias y empezar a construir alternativas, que no es posible imaginar dentro del propio sistema capitalista, ya que incluso el llamado hecho diferencial europeo en relación a otras economías capitalistas, el Estado del Bienestar, está en demolición.
En el ámbito europeo, no podemos olvidar que el desarrollo del Estado Social de Derecho fue fruto de las luchas de los trabajadores y el contexto post-bélico, con la consolidación de la URSS y el campo socialista, el importante papel jugado por la izquierda y los comunistas especialmente, en la resistencia al nazi-fascismo y la necesidad del capital de afrontar la reconstrucción del tejido económico y social, y garantizar un período de acumulación capitalista sin conflictos, requería un período de paz social, que obligo a reconocer derechos políticos, sociales y sindicales.
Un Estado social que de todas formas hay que señalar nunca fue homogéneo, dado que se construye en el marco de los Estados Nación y en función de las características, tradiciones, y las correlaciones de fuerzas en cada país y con formas de provisión diferentes. Sin olvidar, que en Portugal, España i Grecia hubo férreas dictaduras militares hasta entrados los 70.
Con la crisis se ha constatado la debilidad y el fracaso de un proceso de construcción Europea asentado en la libre circulación de mercancías y en la ausencia de derechos sociales y democráticos reales. Una Unión Europea hecha a la medida de los poderosos y en función de los intereses de los mismos y sometidos a la OTAN, lejos de las proclamas de paz que escondían otros intereses más espurios (como la supresión de los derechos de ciudadanía reconocidos en los viejos estados), y que hacen inexplicable la reciente concesión del Premio Nobel de Paz.
Especialmente, cuando ha sido incapaz de evitar la guerra de los Balcanes en su propio territorio y ha participado decididamente en las acciones de la OTAN en Afganistán y en la intervención en Libia, convirtiéndose en un fiel aliado, desde la subalternidad, al guerrerismo Atlantista bajo hegemonía de EEUU.
Así las cosas y en este complejo contexto internacional, donde se agudiza la crisis en todas sus dimensiones y se extienden los conflictos bélicos, es necesario intervenir y formar parte de los procesos de movilización social que ponen en tela de juicio la lógica imperante y van construyendo resistencias y respuestas en el ámbito local e internacional.
El capitalismo global requiere respuestas globales, basadas en la democracia en todas sus dimensiones y en alternativas superadoras del capitalismo, movilización y organización de la sociedad.
La lucha contra la guerra y por la paz es un elemento estratégico, la lucha por un nuevo orden económico internacional, por la defensa del medio ambiente, la seguridad y soberanía alimentaria y el desarrollo humano siguen haciendo vigente el dilema “socialismo o barbarie”.
En el Estado Español, la lucha de clases se caracteriza por la confrontación entre la oligarquía financiera subvencionada y parasitaria, que busca alianzas con las burguesías de las diferentes regiones y nacionalidades, y la mayoría del pueblo.
Las contradicciones entre capital y trabajo, tienen una de sus dimensiones en el modelo de Estado, por lo que reivindicamos avanzar en una segunda transición que realice una reforma democrática del Estado que tenga un carácter republicano, social y federal y que depure los aparatos del mismo que perviven desde la dictadura.
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En Catalunya, con 7 millones de habitantes, país de tradición industrial y comercial, con una economía relativamente diversificada, aunque con un creciente peso de los servicios, especialmente los relacionados con el turismo, una lengua y una cultura propias y que se organiza política y administrativamente como una comunidad autónoma en el marco del estado español , que tiene por capital Barcelona.
En estos momentos gobernada por un partido nacionalista burgués, CiU, que se ha caracterizado por imponer políticas de austeridad y de recortes de derechos sociales, con una altísima tasa de paro (22%), 14 puntos más que en 2008 y de eventualidad.
Para los comunistas, una de las manifestaciones de la crisis más dura es el paro y la precarización del trabajo, el aumento de la pobreza, el deterioro de los servicios públicos y los retrocesos democráticos.
En Catalunya se han producido en el último período cuatros grandes procesos de movilización social, de matriz diferente y que tienen que ver con:
- La defensa de los derechos laborales, protagonizados por los Sindicatos, que entre el 2010 y 2012 ha convocado 3 huelgas generales y grandes manifestaciones. Tiene su punto débil en la diagnosis de la situación, la inercia institucional y las limitaciones de la estrategia sindical al seguir planteando la concertación como objetivo central.
- La defensa de los servicios públicos, especialmente educación y salud, que se han configurado como procesos propios y confluyentes de carácter capilar, muy vinculados al territorio y coordinado en una plataforma amplia de organizaciones vecinales, sociales y sindicatos que ha convocado multitud de acciones descentralizadas y algunas importantes manifestaciones.
- La regeneración democrática, contra la corrupción, los poderes financieros y también con contenidos anti-políticos, reúnen movimientos alternativos y los llamados indignados o 15M, utilizan intensivamente las redes sociales y son referencia para algunos movimientos como él referido a los desalojos de vivienda. Han convocado ocupaciones de las plazas y exitosas manifestaciones. Incorporan muchos jóvenes.
- Un movimiento de reivindicación nacional, que se unifica en el derecho del pueblo de Catalunya a decidir su vinculación al resto del Estado Español, o como lo expresamos y defendemos nosotros, a favor del derecho a la autodeterminación. Una parte importante de este movimiento se define a favor de la independencia (ya sea por motivos económicos y de agravio comparativo o por razones identitarias) y otra, entre los que estamos los comunistas, por un estado federal.