Contribution of Party of People, Panama [Es]

Intervención del camarada Ivanor Ruiz Coordinador General (a.i.) del Partido del Pueblo de Panamá, ante la Asamblea General del Décimosexto Encuentro Internacional de Partidos Comunistas y Obreros, celebrada en Guayaquil,

Primero que nada, nuestra delegación trae un caluroso saludo desde Panamá, a este esfuerzo de convergencia de distintos destacamento de comunistas que en medio de la crisis global y de la diversidad de la actividad social contemporánea, se abre la oportunidad de que en este evento se intente formular la síntesis correspondiente que sirva de guía a nivel estratégico, en el enfrentamiento del enemigo histórico común en la transición al socialismo.

Nuestro destacamento, consciente de las dificultades por la que atraviesa el MCI, sacudido por diferentes factores, muchos de ellos dolorosos, resulta muy difícil realizar esta tarea, no obstante resulta necesaria. Independientemente de las dificultades, la conducta del MCI ha sido siembre actuar, respondiendo a las necesidades históricas, aceptando consecuentemente los desafíos que la tarea nos impone.

Nuestro Partido considera que en el transcurso de la época que hemos caracterizado de tránsito del capitalismo al socialismo, como antesala al comunismo, se han producido cambios trascendentales, inducidos por varios factores entre las cuales la RTC tienen un alto peso específico en estos acontecimientos que son responsables del fenómeno de la diversidad de las formas revolucionarias que asume la sociedad contemporánea mundial. Es esta realidad compleja la que nos impone la necesidad de interpretar estos nuevos fenómenos y de hacer una síntesis consensuada que nos sirva de guía que nos permita crear una correspondencia entre nuestra acción y lo necesario, común a los comunistas que actúan en sus respectivas trincheras. Este instrumento de lucha debe contribuir con los procesos de convergencia con la diversidad de corrientes revolucionarias que están actuando en nuestros países frente al enemigo común.

Este aspecto es muy importante por cuanto nos estimulan los triunfos parciales que varios destacamentos comunistas en su particularidad nacional han logrado, sin embargo para nosotros es decepcionante la deserción y hasta la disolución de destacamentos hermanos que tuvieron rango en el MCI. En este contexto, para nosotros es inexplicable la neutralización, ante etapas de crisis revolucionarias objetivas por el carácter no comunista del sujeto coyuntural, negando la esenda histórico-objetiva de la revolución.

En el caso particular de Panamá tenemos que decir que después de haber logrado encauzar el golpe militar de 1968 en un proceso de liberación nacional logrando incluso la integración de nuestro territorio para culminar la formación del Estado nacional, haber nacionalizado el Canal de Panamá y expulsar las 14 bases disuasivas que el Comando Sur tenia emplazadas en el istmo, el imperialismo norteamericano invade militarmente nuestro territorio aduciendo como siempre el argumento de la lucha contra el narcotráfico y los métodos antidemocrática del gobiemo nacional.

El propósito real de esta infame Invasión era evitar el riesgo de una profundización del proceso de frberación nacional, que aún en su fase anti colonial, pudiera avanzar a su fase neocolonlal, poniendo en peligro intereses geopoliticos vitales para el imperialismo en la rqión.

A partir de diciembre de 1989 hasta el 4 de mayo del año en curso se instala un modelo bipartidista impuesto por los Estados Unidos con el propósito de restaurar a la oligarquía en el poder. Este proyecto se realiza incluso con la complicidad del Partido Revolucionario Democrático, partido creado por Omar Torrijas para conducir la revolución democrática que transitaba en el istmo. Esta traición a su misión es la causante de la profunda crisis que vive este colectivo político en la actualidad.

Hay que resaltar el hecho de que el resultado electoral del 4 de mayo del año en curso, sorprendió a la mayoría de la opinión pública. Se opinó siempre que las trampas y las manipulaciones por perte de Ricardo Martinelli, creó la imagen fatal de que no eran los votos lo que iban a decidir el resultado electoral sino las triquiiiueias y chantajes del autócrata. Sin embargo, el resultado fue muy distinto; pero seria un grave error pensar que esto se debió a un milagro desconociendo todos los factores que influyeron en este desenlace electoral.

Un factor importante en este resultado fueron los intereses norteamericanos que todos los politólogos del patio omiten, ignorando el poder polltioo que conserva sobre nuestra nación el neocolonlallsmo yanqui. No podemos olvidar que la estabilidad política de nuestro país, es fundamental para sus intereses geopollticos en el continente y en particular para la seguridad del Canal de Panamá, el cual constituye una herramienta del neooolonialismo norteamericano para evitar su aislamiento en América Latina.

las posiciones extremistas de Martinelli lo condujo a aislarse de América Latina, como quedó demostrado con su aventura de la OEA de enjuiciar la democracia revolucionaria de Venezuela, quedando sólo y conduciendo a los propios (EUU a un aislamiento vergonaoso.

Por otro lado, la acumulación del descontento en las masas por los problemas sociales no resueltos, la oormpción y el enriquecimiento descarado de la burocracia y la evolución ascendente de un proceso de participación autónoma de la sociedad olvll encabezada por las capas medias contra la autocracia, evidentemente profundizaria la confrontación social frente a un posible triunfo del CD lo que significaría la continuidad de Ricardo Martinelli en el poder. Todo esto repercutiria en la seguridad del Canal. pieza clave para las exigencias globales de los monopolios yanquis. Por todas estas razones, el imperialismo norteamericano maniobro para preservar sus intereses y sacrificó a su aliado gratuito, para llegar a unas elecciones donde se impuso la legitimidad del voto electoral a nivel presidencial. No le quedaba otra salida.

Evaluando objetivamente los resultados electorales. no se puede negar que la elección presidencial de Panamá, sin entrar en detalles de sus causas, entra en la onda de la nueva América Latina que le cierra las puertas a los clanes oligárquicos y derechistas tradicionales, que significó el aislamiento político y derrota en las umas de la derecha autocrática encabezada por Martinelii, asl como también fue derrotado el oportunismo social demócrata oentroderechista por apartarse de la linea uorrijista demócrata revolucionaria. Un aspecto importante en este cuadro político resultante ha sido la participación de la izquierda panameña con autonomía propia en el escenario electoral, luego de más de 25 años de ausencia, en el cual el candidato Juan iované, establece un referente político ante las amplias capas populares. a pasar de la difícil lucha mediática. la fórmula electoral vencedora responde al planteamiento social-cristiano renovado, que aboga por una política social progresista, pero por medios persuasivos, concíliadores, obviando la realidad clasista de nuestra sociedad.

Nuestro Partido considera que los llamados que hace el presidente electo, de unidad nacional, para hacer progresar nuestra nación con la participación popular, expresa una necesidad progresista. Esta propuesta abre grandes posibilidades a la convergencia, mediante la concertación de la diversidad de intereses que concurren respecto a la lucha común contra la autocracia neofascista de Martinelii, quien continuará con sus planes conspirativos; también se señala la participación popuiar en una plan consensuado entre los diversos componentes sociales y patrióticos de la nación para ei desarrollo; y por la consagración de la necesidad de un nuevo orden poiitieo y jurídico que renueve el Estado panameño, más cónsono con las exigencias históricas de nuestra sociedad.

El Partido del Pueblo de Panamá, fiel a su identidad rnarxista-leninista y a su estrategia correspondiente al nivel del desarrollo histórico de la sociedad panameña, plantea la necesidad de construir un Estado de Democracia nacional, pluralista, participativo, comprometido con la justicia social y la eliminación del neocoloniallsmo. tarea que quedó vigente después de la liberación del colonialismo yanqui en la zona del (‘anal y de la nacionalización de ia via interoceanica.

No hay dudas que el cuadro político resultante de esta contienda abre grandes oportunidades para el progreso nacional y el desarrollo social, pero también le flja un gran reto a las fuerzas progresistas y revolucionarias de nuestro pais.

Siendo consecuente con lo anterior nuestro partido acaba de realizar un pleno extraordinario de la Coordinadora General para hacer una adecuación a nuestra táctica de apertura en ofensiva, que en esencia consiste en aprovechar las condiciones que objetivamente se nos presente como consecuencia del fraso de las recetas neoliberaies, el fiasco de ia orientación politica que nos impuso ia invasión norteamericana y las promesas de "cambio" del Martinelli, que lograron crear grandes ilusiones populares. Ante este fracaso y el desastre derivado de nuestra nación , la gran mayoría de la opinión popular y de los sectores progresistas y democráticos buscan senderos independientes de las lacras oIigarco-neocoionialistas y del oportunismo centrista de derecha y de izquierda que han provocado un estado de ánimo de descontento y frustración colectivos.

Este ambiente social de búsqueda de otras aitemaflvas es lo que significa la apertura, pues abre oportunidades de concurrir a diversos sectores políticos y sodaies a exponerles nuestras propuestas e incorporarlos a nuestro programa táctico.

En cuanto al carácter de ofensiva de ia táctica, está determinada por los fracasos tanto del bipartidismo impuesto por la invasión y del autocratismo de Cambio Demoaático ¡os cuales han entrado en un periodo de repliegue. de defensiva con partdes conflictos irtternos. En consecuencia con esta situación nuestra táctica debe ser de ofensiva.

Dependerá de la unidad y organización de nuestras fuerzas, de la vigiiancia y voluntad frente a las fuerzas de la derecha antidemocrática, el rumbo que torne nuestra nación.

Guayaquil, noviembre de 2014.