Communists of Catalonia on the war in Ukraine
This morning, at the time of writting this statement, Russia has launched a military operation against Ukraine, bombing several parts of the country, and Russian tanks are advancing in the direction of Kyiv, Kharkiv and Odessa.
Putin therefore chooses the path of war. Which can easily escalate into a conflict that affects not only the civilian population of Ukraine, but also various European and international actors. The path of war is something that you know how it starts, but never how it ends.
From Communists of Catalonia we want to express the following.
We strongly condemn Russia's military intervention against Ukraine. Ukraine is a fully sovereign state and this intervention clearly violates international law.
We also want that the justification for de-Nazification in Ukraine that Putin wants to carry out is a lie. It is well known that the close ties between the neo-Nazis and the Ukrainian state are not new. These links have been clear and evident since the 2014 Euromaidan coup d’etat, and so far have not seemed to matter. At the same time, the permissiveness of the Russian state with neo-Nazism within its borders is well known.
Moreover, this intervention will only increase Russophobia in Ukraine and strengthen the discourse of the Ukrainian far-right.
From Communists of Catalonia we fully support Lenin’s ideas on self-determination and friendship between peoples. Only on the basis of these principles was possible a peaceful and harmonious coexistence between Russians and Ukrainians in the USSR..
The replacement of this friendship of the peoples by chauvinism and Great Russian, Ukrainian nationalism; as well as the restoration of the capitalist mode of production are the causes of the wars and misery of the population living in the post-Soviet space.
From Communists of Catalonia we also want to state that the main fault of this situation has been NATO with the United States at its head. The continued expansion of NATO and the siege and provocation towards Russia has led to this situation.
The supply of weapons to Ukraine that would only serve to attack the Donetsk and Lugansk People's Republics, but was completely useless to defend against Russia, and the movement of Ukrainian troops has not helped either.
NATO has brought the war to Ukraine, as well as the possible economic and human consequences of this war on the European continent. Proving that the Atlantic Alliance is nothing more than a transmission belt of US interests and its military-industrial complex. They have created the situation that justifies the presence of American troops in European territory.
We cannot avoid separating the role played by NATO from the role played by the European Union, even though, in practice, it has been practically the same. The European Union has once again shown that it does not believe in its own discourses on the pursuit of a position of its own, independent of the interests of the allies on the other side of the Atlantic, and that it does not put the interests of the military industry ahead of guaranteeing and maintaining peace through dialogue.
The High Representative of the Union for Foreign Affairs and Security Policy, Josep Borrell, has uncritically replicated the Atlanticist arguments, fueling a rhetoric of war and immobility in the face of the Russian Federation's proposals for dialogue - much more interesting from a European point of view than the American intransigence -.
The EU must have its own international voice in defense of the peaceful coexistence of peoples, non-intervention and the defense of Human Rights.
The lamentations, such as those made by Spanish Foreign Minister José Manuel Albares to the Foreign Affairs Committee of the Congress of Deputies, complaining that Russia wanted to exclude Europe from peace talks in the region are useless.
Like the EU, the Spanish state has followed a strategy of seguidism to the American arguments that are not a reflection of the positions of the population of Spain, united under the slogan of "No to War".
From the outset, the state has cooperated with NATO demands, sending all kinds of military weapons, troops and vehicles (such as planes or frigates) and arguing, like Minister Margarita Robles, that “send all these military assets encourage dialogue ”.
War rhetoric has been duly fueled by the media, which has also played a key role. Public and private media, state and national, have prioritized clickbait and half-truths over truthful and contrasted information beyond Washington's intelligence sources, which have been questioned even by the Associated Press.
Finally, from Communists of Catalonia, we want to express our opposition to the war and solidarity with the Ukrainian people, and the commitment to a dialogue solution to the conflict.
We demand that the Spanish government apply Article 38 of the Spanish Asylum Law, that is, that it process asylum applications from those who apply for them at Spanish embassies in border countries.
It is necessary to return to the Minsk Accords that guarantee the neutrality of Ukraine, a de-escalation of tensions, as well as a dialogue solution for the status of the Donetsk and Lugansk People's Republics.
02/24/2022
Secretariat of International Relations
Communists of Catalonia
Comunistas de Cataluña sobre la guerra en Ucrania
Esta mañana, y en el momento en que escribimos este comunicado, Rusia ha lanzado una operación militar contra Ucrania, bombardeando varios lugares del país, y tanques rusos están avanzando en dirección Kiev, Járkov y Odessa.
Putin elige, pues, el camino de la guerra. Lo que puede escalar fácilmente en un conflicto que afecte no sólo a la población civil de Ucrania, sino a varios actores tanto europeos como internacionales. El camino de la guerra se sabe cómo se comienza, pero nunca cómo se acaba.
Desde Comunistas de Cataluña queremos expresar lo siguiente.
Condenamos sin paliativos la intervención militar de Rusia contra Ucrania. Ucrania es un estado plenamente soberano y esta intervención viola claramente la legalidad internacional.
También queremos desmentir la justificación de desnazificación de Ucrania que asegura Putin que desea llevar a cabo. Es bien sabido que las estrechas vinculaciones entre los neonazis y el estado ucraniano no vienen de nuevo. Estos vínculos son claros y evidentes desde el golpe de estado del Euromaidan de 2014, y hasta ahora no parecían haber importado. A la vez que también son conocidos la permisividad del estado ruso con el neonazismo en sus fronteras.
Es más, esta intervención no hará sino aumentar la rusofobia en Ucrania y reforzar el discurso de la extrema derecha ucraniana.
Desde Comunistas de Cataluña apoyamos plenamente las ideas de Lenin sobre la autodeterminación y amistad entre los pueblos. Sólo en base a estos principios fue posible la convivencia pacífica y armoniosa entre rusos y ucranianos en el seno de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.
La sustitución de esta amistad de los pueblos por el chovinismo y nacionalismo gran ruso, ucraniano, etc, así como la restauración del modo de producción capitalista son los causantes de las guerras y la miseria de la población que vive en el espacio postsoviético.
Desde Comunistas de Cataluña queremos manifestar también, que el principal causante de esta situación ha sido la OTAN con EE.UU. a su cabeza. La continua expansión de la OTAN y el cercamiento y provocación hacia Rusia ha llevado a esta situación.
El suministro a Ucrania de un armamento que sólo serviría para atacar a las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, pero totalmente inútil para defenderse contra Rusia, y el movimiento de tropas ucranianas tampoco ha ayudado.
La OTAN ha traído la guerra a Ucrania, así como ha traído las posibles consecuencias económicas y humanas de esta guerra al continente europeo. Demostrándose que la Alianza Atlántica no es más que una correa de transmisión de los intereses de EE.UU. y su complejo militar-industrial. Han creado la situación que justifica la presencia de tropas estadounidenses en territorio europeo.
No podemos evitar separar el papel jugado por la OTAN del papel jugado por la Unión Europea aunque, en la práctica, haya sido prácticamente el mismo. La Unión Europea ha demostrado una vez más que no se cree sus propios discursos sobre la búsqueda de una posición propia, autónoma de los intereses de los aliados al otro lado del Atlántico, y que no anteponga los intereses de la industria militar a los de la garantía y mantenimiento de la paz a través de las herramientas del diálogo.
El Alto Representante de la Unión para los Asuntos Exteriores y la política de seguridad, Josep Borrell, ha replicado de forma acrítica los argumentarios atlantistas, alimentando una retórica de guerra y de inmovilidad ante las propuestas para el diálogo de la Federación Rusa que interesaban mucho más desde el punto de vista europeo que la intransigencia estadounidense.
La UE debe tener una voz internacional propia en defensa de la convivencia pacífica de los pueblos, la no intervención y la defensa de los derechos humanos.
De nada sirven las lamentaciones, como las que hacía el ministro español de asuntos exteriores José Manuel Albares, en una comparecencia ante la comisión de asuntos exteriores del Congreso de los Diputados, quejándose de que era Rusia quien quería excluir a Europa de las conversaciones por la paz en la región.
Al igual que la UE, España ha seguido una estrategia de seguidismo a los argumentarios estadounidenses que no son un reflejo de las posiciones de la población del Estado, unida bajo el clamor del “No a la Guerra”.
Desde el primer momento, el Estado ha colaborado con las exigencias de la OTAN, enviando todo tipo de armamento militar, tropas y vehículos (como aviones o fragatas) y argumentando, como la ministra Margarita Robles, que “enviar todos estos activos militares fomentan el diálogo”.
La retórica belicista ha estado debidamente alimentada por los medios de comunicación, que también han jugado un papel imprescindible. Medios públicos y privados, estatales y nacionales, han priorizado el clickbait y las medias verdades por encima de las informaciones veraces y contrastadas más allá de las fuentes de inteligencia de Washington, dudosas incluso por medios como Associated Press.
Por último, desde Comunistas de Cataluña, queremos manifestar nuestra oposición a la guerra y la solidaridad con el pueblo ucraniano, y la apuesta por una salida dialogada del conflicto.
Exigimos al gobierno de España que aplique el artículo 38 de la Ley de Asilo Española, es decir, que tramite las solicitudes de asilo a quien lo solicite a embajadas españolas de países fronterizos.
Es necesario devolver a los Acuerdos de Minsk que garanticen la neutralidad de Ucrania, una desescalada de las tensiones, así como una solución dialogada para el estatus de las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk.
24/02/2022
Secretaria de Relaciones Internacionales
Comunistas de Cataluña