Fiel a la herencia stronista, Mario Abdo Benítez, hijo dilecto de la tiranía militar fascista de Alfredo Stroessner, firmó el 24 de mayo pasado, a espaldas del pueblo paraguayo, el Acta de entendimiento bilateral con Bolsonaro. En dicho documento, el país no sólo renuncia a la parte de la energía excedente a bajo costo que le corresponde, sino también mantiene la cesión a Brasil del 50% de la energía paraguaya producida en Itaipú, estableciendo la contratación de “potencia media anual” –término inexistente en el Tratado– del 2019 al 2022, con el riesgo de NO poder satisfacer la energía necesaria para la demanda nacional, y además, de necesitarla, deberá adquirirla a través de la compra a ELECTROBRAS al precio de mercado, generando un sobre costo que indefectiblemente va a encarecer la energía en el mercado nacional. Una vez más es la clase trabajadora del campo y la ciudad la que pagará los costos de esta trampa.
Esta “negociación” se intentó vender como exitosa para el Paraguay, según las propias palabras de Mario Abdo, estaríamos dejando de ser “pillos y peajeros”. Tremendo cinismo del presidente del fraude, representante de los delincuentes disfrazados de “altos funcionarios” que históricamente actuaron como pillos y peajeros rematando nuestro país, desde el tirano Stroessner hasta los pillos y peajeros que protagonizan hoy esta nueva entrega de la soberanía nacional en detrimento de los intereses del pueblo paraguayo, empobrecido y envilecido por los legionarios que han traicionado al Paraguay.
Se sienta un terrible antecedente ante la oportunidad histórica que se habilita en el año 2023, oportunidad en la que creemos que el pueblo entero debe exigir la NULIDAD del Tratado de Itaipú, no sólo por haber sido fruto de una invasión militar y como acuerdo entre dos tiranos militares como Stroessner y Garrastazu Médici, sino por representar un Tratado leonino que atenta contra nuestra soberanía e integridad territorial.
Desde 1973, cuando nuestro Partido anunció que ese tratado era de entrega y traición a la patria, hemos venido movilizándonos para superar esta situación. Y en estos días volvimos a sumar nuestras fuerzas a la movilización de todo el pueblo paraguayo, que posiciona la instalación de Itaipú como lo que es, una CAUSA NACIONAL, y que se propone frenar el USO Y ABUSO por parte de la oligarquía paraguaya, fiel representante de los intereses extranjeros, exigiendo la renuncia de quienes pactaron la entrega de nuestra energía entre cuatro paredes para beneficiar a las grandes compañías brasileras y norteamericanas.
Es tiempo de barrer a la narcopolítica y a la politiquería. Es tiempo de limpiar nuestro país y unir a las mayorías trabajadoras para que dirijan un proyecto sin explotadores, capaz de garantizar el desarrollo de talentos de todas y todos.
¡Socialismo es vida, pan y paz!
Partido Comunista Paraguayo
30 de julio de 2019