Party of Labour of Austria, 50 Years of the Fascist Coup in Chile

9/12/23, 2:26 PM
  • Austria, Party of Labour of Austria En Europe Communist and workers' parties

50 Years of the Fascist Coup in Chile

 

Declaration of the CC of the Party of Labour of Austria (PdA), Vienna, 11 September 2023

Today, 11 September, marks the 50th anniversary of the 1973 military coup in Chile. The Popular Front government led bythe democratically elected president Salvador Allende, which had been in office since 1970, was overthrown on 11 September 1973 by a coup d'état of the military under General Pinochet, and Allende was assassinated. The US government and its secret service CIA were decisively involved in the action. Pinochet and the Chilean oligarchy, with the support of US and Western European imperialism, established a fascist dictatorship that lasted until 1990. Tens of thousands of Chileans were abducted, maltreated, imprisoned or killed, some managed to escape into exile.

The popular front government of the Unidad Popular (UP) consisted essentially of the united front of the Socialist and Communist parties, supported by the trade union centre CUT, social democrats, left liberals and Christian leftists. The aim of the UP was to implement anti-imperialist and anti-monopolist measures in favour of the people in order to optimise the conditions for the struggle for socialism. The reactionary, counter-revolutionary and fascist forces, in alliance with US imperialism and its monopoly capital, did not allow this and, after previous attempts at destabilisation and sabotage, they undertook a bloody military coup on 11 September 1973. Chile became the drill ground of "neoliberal" imperialism, under the conditions of maximum exploitation and oppression.

Today, 50 years after the coup, we remember the victims and honour the fighters in the resistance against fascism and imperialism. We condemn the shameful fact that the main criminals – Pinochet, Nixon, Kissinger or Bush Sr – have never been held accountable, nor have the banks and corporations from North America and Western Europe working in the background. We denounce the anti-working class and anti-peoples system of imperialism and capitalism, which denies peoples democratic sovereignty and the free choice of the path of development by barbaric and murderous means.

But we also draw our lessons from the fate of Chile's Unidad Popular. A revolutionary government cannot succeed by purely reformist means, because the power and anti-democratic ruthlessness of monopoly capital, the oligarchy and the counter-revolution prevent this – in case of doubt with all available violent means of fascist coups and dictatorships. The socialist revolution cannot simply take over the bourgeois-capitalist state apparatus and use it for its own purposes – it must overcome and smash it as a monopoly capitalist instrument of domination, replace it with revolutionary workers' and people's power and the socialist state. In this there must be no hesitation and no halt; persisting in stage goals inevitably leads to defeat. This must be taken into consideration with regard to alliance and people's front policy.

The fact of the class character of the armed formations of the bourgeois state can not be overlooked. Even if the mass of soldiers is inevitably recruited from the working class and the peasantry, the army under the leadership of the generality always remains an instrument of the ruling monopoly capital and thus a counter-revolutionary tool. As long as the rank and file soldiers themselves are not revolutionised, or at least relevant sections of the army and police can be neutralised, the working class and the revolutionary movement must be able to defend themselves. Aentirelyunarmed revolution will not be able to be victorious. It needs the people's armament or at least military capacity of the people's power to be able to successfully defend itself against internal and external counter-revolution. This is a lesson of the defeat of the Unidad Popular in 1973 too.

Long live the heroic struggle of Unidad Popular and the Chilean people!

Against imperialism and fascism! For self-determination and socialism!

The united people will never be defeated!


 

50 años del golpe fascista en Chile

 

Declaración del CC del Partido del Trabajo de Austria, Viena, 11 de septiembre de 2023

Hoy, el 11 de septiembre, se trata del cincuentenario del golpe militar en Chile. Ese día en 1973, el gobierno de la Unidad Popular (UP) bajo la mano de Salvador Allende, Presidente legitimo del país, fue derrocado en un coup dirigido por el General Augusto Pinochet. Esto ocurrió después de sólo tres años del gobierno progresista. En el transcurso del golpe, los complotadores asesinaron al Presidente Allende. Recibieron sustento decisivo del gobierno estadounidense y su servicio de inteligencia exterior, la CIA. Como consecuencia, Pinochet y la oligarquía chilena erigieron una dictadura fascista soportada por el imperialismo de Europa Occidental y los EE.UU. que existió hasta 1990. Decenas de miles de Chilenos y Chilenas fuen desaparecidos, encarcerados, torturados, matados. Algunos lograron escapar al exilio.

El gobierno del frente popular de la UP consistía en su núcleo en un frente unido del Partido Socialista y el Partido Comunista de Chile. También recibió el apoyo de la Central Unitaria de Trabajadores de Chile, la izquierda liberal, el Partido Radical y de la izquierda cristiana. El objetivo de la UP era la implementación de reformas anti-imperialistas y anti-monopolistas al favor del pueblo chileno. Así, la UP intentó optimar las condiciones para la lucha por el socialismo. En contrario, las fuerzas reaccionarias, contrarrevolucionarias y fascistas lo desearon impedir con sus aliados en el imperialismo estadounidense y su capital monopolístico. Como consecuencia, el 11 de septiembre de 1973, después intentos anteriores de desestabilización y sabotaje, emprendieron un golpe de estado sangrante. Transformaron Chile en un laboratorio experimental por el imperialismo »neoliberal« en condiciones de máxima explotación y opresión.

50 años después del golpe, conmemoramos a las víctimas y honramos a los combatientes – tantos mujeres como hombres – en la lucha contra el fascismo y imperialismo. Condenamos el hecho vergonzoso que los delincuentes principales – Pinochet, Nixon, Kissinger y George H. W. Bush – nunca rindieron cuentas, tan poco como los bancos y empresas de Norteamérica y Europa Occidental que trabajaban en segundo plano. Denunciamos el sistema antipopular y antiobrero del imperialismo y capitalismo con sus medios brutales y bestiales, que desmiente a los pueblos la soberanía y el derecho democrático de libremente escojar su camino de desarrollo.

También aprendemos una lección del destino de la UP: un gobierno revolucionario no triunfaré de manera reformista; el poder y la imprudencia antidemrocática del capital monopolístico, la oligarquía y la contrarrevolución lo impiden con todos medios disponibles de violencia como un golpe fascista y la dictadura. La revolución socialista sencillamente no puede asumir la maquina estatal burguesa-capitalista y beneficiarse de la misma. Debe superarlo y derrocarlo como un instrumente del capitalismo monopolista y remplazarlo por el poder obrero popular y el estado socialista. No debe haber vacilaciones ni parones en este proceso; persistir en los hitos conducirá inevitablemente a la derrota. Eso se debería considerar con respecto a alianzas políticas y frentes populares.

No olvidamos el hecho conocido del carácter de clase de organismos armados, especialmente las fuerzas armadas en un estado burguesa. Aunque por la necesidad, la mayoría de soldados esta reclutada a la clase obrera y el campesinado, el militar bajo control del Estado Mayor permanece un instrumente del capital monopolístico y como tal contrarrevolucionario. Antes de que el soldado sencillo no esta revolucionado o en lugar de eso formaciones significantes de las fuerzas armadas y la policía están neutralizados, el proletariado y la clase campesina deben ser defendibles. Una revolución plenamente desarmada no logrará. Necesitamos el armamento del pueblo o por lo menos capacidades militares del poder popular para oponerse exitoso a la contrarrevolución interna y externa. Eso también es una lección aprendida del fracaso de la UP en 1973.

¡Viva la lucha heroica de la UP y el pueblo chileno!

¡Contra el imperialismo y el fascismo!¡Por la soberanía y el socialismo!

¡El pueblo unido jamás será vencido!


 

50 Jahre faschistischer Putsch in Chile

 

Erklärung des Parteivorstandes der Partei der Arbeit Österreichs (PdA), Wien, 11. September 2023

Am heutigen 11. September jährt sich der Militärputsch in Chile von 1973 zum 50. Mal. Die ab 1970 amtierende Volksfrontregierung des demokratisch gewählten Präsidenten Salvador Allende wurde am 11. September 1973 durch einen Staatsstreich des Militärs unter General Pinochet gestürzt, Allende ermordet. Maßgeblich beteiligt an der Aktion waren die Regierung der USA und ihr Geheimdienst CIA. Pinochet und die chilenische Oligarchie errichteten mit Unterstützung des US- und westeuropäischen Imperialismus eine faschistische Diktatur, die bis 1990 bestand hatte. Zigtausende Chileninnen und Chilenen wurden verschleppt, misshandelt, eingekerkert oder getötet, einigen gelang die Flucht ins Exil.

Die Volksfrontregierung der Unidad Popular (UP) bestand im Kern aus der Einheitsfront von Sozialistischer und Kommunistischer Partei, unterstützt wurde sie auch von der Gewerkschaftszentrale CUT, Sozialdemokraten, Linksliberalen und christlichen Linken. Das Ziel der UP war die Durchführung antiimperialistischer und antimonopolistischer Maßnahmen zugunsten des Volkes, um die Bedingungen für den Kampf um den Sozialismus zu optimieren. Die reaktionären, konterrevolutionären und faschistischen Kräfte wollten dies im Bündnis mit dem US-Imperialismus und seinem Monopolkapital nicht zulassen und unternahmen nach vorherigen Destabilisierungs- und Sabotageversuchen am 11. September 1973 einen blutigen Militärputsch. Chile wurde zum Exerzierfeld des „neoliberalen“ Imperialismus, unter den Bedingungen maximaler Ausbeutung und Unterdrückung.

Heute, 50 Jahre nach dem Putsch, gedenken wir der Opfer und ehren die Kämpferinnen und Kämpfer im Widerstand gegen den Faschismus und Imperialismus. Wir verurteilen die schändliche Tatsache, dass die Hauptverbrecher – Pinochet, Nixon, Kissinger oder Bush sen. – niemals zur Verantwortung gezogen wurden, ebenso wenig wie die im Hintergrund wirkenden Banken und Konzerne aus Nordamerika und Westeuropa. Wir erheben Anklage gegen das arbeiter- und volksfeindliche System des Imperialismus und Kapitalismus, das den Völkern die demokratische Souveränität und die freie Wahl des Entwicklungsweges mit barbarischen und mörderischen Mitteln verweigert.

Wir ziehen aber auch unsere Lehren aus dem Schicksal der chilenischen Unidad Popular. Eine revolutionäre Regierung kann nicht auf rein reformistischem Wege erfolgreich sein, denn die Macht und die antidemokratische Rücksichtslosigkeit des Monopolkapitals, der Oligarchie und der Konterrevolution verhindern dies – im Zweifelsfall mit allen verfügbaren Gewaltmitteln des faschistischen Staatsstreiches und der Diktatur. Die sozialistische Revolution kann nicht einfach den bürgerlich-kapitalistischen Staatsapparat übernehmen und für ihre Zwecke einsetzen – sie muss ihn als monopolkapitalistisches Herrschaftsinstrument überwinden und zerschlagen, ihn durch die revolutionäre Arbeiter- und Volksmacht und den sozialistischen Staat ersetzen. Hierbei darf es kein Zögern und keinen Stillstand geben, ein Verharren in Etappenzielen führt unweigerlich zur Niederlage. Hinsichtlich Bündnis- und Volksfrontpolitik ist dies zu bedenken.

Ebenfalls nicht übersehen werden darf die Tatsache des Klassencharakters der bewaffneten Formationen des bürgerlichen Staates. Auch wenn die Masse der Soldaten zwangsläufig aus der Arbeiterklasse und der Bauernschaft rekrutiert wird, so verbleibt die Armee unter Führung der Generalität immer ein Instrument des herrschenden Monopolkapitals und somit ein konterrevolutionäres Werkzeug. So lange nicht die einfachen Soldaten selbst revolutioniert sind oder zumindest relevante Teile der Armee und Polizei neutralisiert werden können, müssen die Arbeiterklasse und die revolutionäre Bewegung verteidigungsfähig sein. Eine gänzlich unbewaffnete Revolution wird nicht siegreich sein können. Es braucht die Volksbewaffnung oder zumindest militärische Kapazitäten der Volksmacht, um sich gegen die innere und äußere Konterrevolution erfolgreich zur Wehr setzen zu können. Auch dies ist eine Lehre der Niederlage der Unidad Popular 1973.

Es lebe der heroische Kampf der Unidad Popular und des chilenischen Volkes!

Gegen Imperialismus und Faschismus! Für Selbstbestimmung und Sozialismus!

Das vereinte Volk wird niemals besiegt werden!

Events

November 16, 2024 - November 17, 2024 - Nairobi, Kenya 2nd National Congress of the CP of Kenya
November 16, 2024 - November 17, 2024 - Denmark 39th Congress of the CP of Denmark
December 13, 2024 - December 15, 2024 - Portugal 22nd Congress of the Portuguese CP
December 13, 2024 - December 14, 2024 - Barcelona, Spain 3rd Congress of Communists of Catalonia