11 IMCWP, Intervention by PPS of Mexico [Sp.]

11/23/09, 8:08 AM
  • Mexico, Popular Socialist Party of Mexico IMCWP Es
La crisis internacional del capitalismo, las luchas de los trabajadores y
los pueblos, las alternativas, y la función de los comunistas y el movimiento obrero.
El caso de México.
Contribución del Partido Popular Socialista de México al
11Ί Encuentro Internacional de Partidos Comunistas y Obreros
20-22 de noviembre de 2009.
Queridos camaradas anfitriones;
Queridos camaradas de los partidos hermanos del mundo:
La etapa actual se caracteriza por una crisis compleja y múltiple que afecta todas las esferas del sistema capitalista mundial, sin excepción: su base económica y sus superestructuras todas, las sociales, jurídicas y culturales, y que tiene reflejos en el ámbito ecológico, al que ha desequilibrado y amenaza destruir. La crisis agudiza la lucha de clases en todas sus manifestaciones, así como agudiza de igual manera las contradicciones interimperialistas, y la principal contradicción del actual momento histórico de nuestro planeta: entre los intereses del imperialismo internacional, encabezado por el yanqui, frente a los intereses de las clases trabajadoras y todos los pueblos de la Tierra.
La crisis pone en cuestión las relaciones entre los centros internacionales del poder imperialista y los países del capitalismo subordinado, como los de América Latina, para los que se abre y se ensancha una etapa favorable para las luchas hacia la liberación nacional, batallas que en modo alguno han de concebirse como antesalas de “sociedades capitalistas independientes”, que en la actual etapa de plena decadencia del sistema social de la propiedad privada de los medios de producción y cambio carece de sentido, sino como la forma que toma la transición al Socialismo en el caso de nuestros pueblos, transición que sólo puede realizarse por medio de una intensa lucha de clases, ideológica y política, sin concesiones.
La crisis permite destacar que no hay esperanza alguna para los pueblos dentro del decrépito sistema capitalista, que éste no admite modificaciones cosméticas, que el reformismo es inútil y que la única alternativa para la humanidad está en el régimen Socialista. La crisis deja en claro que el fin del capitalismo está cerca, a despecho de su proclama de hace dos décadas, que lo postulaba eterno.
El imperialismo y los capitalistas tratan de cargar sobre las espaldas de la clase trabajadora y los pueblos el costo de la crisis –y hasta sacar ventaja- reduciendo todavía más los salarios directos e indirectos, intensificando la explotación, arrebatando conquistas laborales ganadas tras luchas históricas, pretendiendo destruir las organizaciones sindicales clasistas –como es el caso del Sindicato Mexicano de Electricistas, en nuestro país-, intensificando las acciones para privatizar los recursos y riquezas que ya eran patrimonio nacional y acelerando y llevando a niveles más altos las “reformas estructurales” diseñadas por el Banco Mundial y Fondo Monetario Internacional. La clase trabajadora y los pueblos responden a todas estas agresiones poniéndose en pie de lucha, rebelándose contra sus opresores, ésta es la tónica general que observamos, sobre todo en América Latina.
En México, el neoliberalismo duro se entronizó desde hace más de 25 años. El Estado Mexicano ha asumido como propios los intereses del capital trasnacional, profundizando la desigualdad y la exclusión. Fuerzas de la derecha y ultraderecha han bloqueado al centroizquierdismo, con ardides de todo tipo, que han sido denunciados por éste como fraude electoral. Pero esas tres fuerzas, incluido el centroizquierdismo, se han aliado una y otra vez para obstaculizar el avance de las fuerzas populares y antineoliberales. Buscan el voto popular, pero al tratar de preservar al capitalismo, siguen al servicio del gran capital internacional.
Los esfuerzos por avanzar en las construcciones unitarias amplias, antisectarias, que luchen contra el neoliberalismo, por la liberación nacional y que abran paso al socialismo, van dando frutos, cada vez más. Una de sus principales expresiones, recientemente surgidas, es el Movimiento de Liberación Nacional, que agrupa a más de 50 organizaciones, entre ellas el Partido Popular Socialista de México. El MLN, que acaba de cumplir un año de su fundación, proclama que: “Para enfrentar la crisis del estado nación y los problemas del pueblo de México se precisa una cirugía mayor, una transformación radical de la política, la economía y la cultura que desplace al imperialismo y a la oligarquía financiera de la conducción de la nación. Se necesita la construcción de una nueva mayoría y la instauración de un nuevo gobierno y un nuevo estado, capaces de recuperar el control y la propiedad de las fuerzas productivas de la nación y de garantizar la justicia social, la soberanía nacional y el ejercicio de la democracia desde el pueblo. Sólo de esta manera se pondrá fin a la ocupación neocolonial que la burguesía vendepatria, las empresas extranjeras y el imperialismo yanqui ejercen sobre la nación mexicana y sus territorios”, asume que el desenlace de esta lucha ha de ser necesariamente el Socialismo. Otra formación amplia que ha venido luchando en la arena nacional, sumando a numerosas organizaciones sociales y políticas de carácter popular, es la que se denomina Diálogo Nacional por un Nuevo Proyecto de Nación, y otra, todavía más amplia, pero también combativa, se acaba de formar en torno a la lucha de los trabajadores electricistas, y tomó el nombre de Asamblea Nacional de la Resistencia Popular, ésta última congrega alrededor de 700 organizaciones y acaba de realizar un primer Paro Nacional –ensayo de una futura huelga nacional que fue apoyado asimismo por numerosos sindicatos y federaciones en el ámbito internacional, entre otras por la prestigiadísima Federación Sindical Mundial, de tanta trascendencia histórica.
De esta manera se viene construyendo en México la coalición de fuerzas que sumen la suficiente, para derrotar a la burguesía proimperialista que ha gobernado al país durante más de un cuarto de siglo, sumisa al imperialismo, y la eche del poder, con el fin de que lo asuma un nuevo bloque social, en el que el bloque popular debe tener un peso significativo. Toda esta lucha ha de ser dirigida por la clase obrera. La función de los comunistas es contribuir con su rica, imbatible teoría, y con su práctica, con su experiencia y entrega, sin sectarismos ni autosuficiencias, a la construcción de las condiciones subjetivas para una nueva y trascendente victoria revolucionaria, por la liberación nacional y con rumbo al socialismo.
Reiteramos nuestro saludo fraternal a todos los partidos hermanos aquν reunidos.
Cuauhtιmoc Amezcua Dromundo, Presidente;
Jose Santos Cervantes, Secretario General.