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INTERVENCION DEL PARTIDO DEL PUEBLO PALESTINO (PPP) EN LA CONFERENCIA DE PARTIDOS COMUNISTAS Y DE TRABAJADORES
BRASIL, 2008
Compañeras y compañeros participantes en la X Conferencia de Partidos Comunistas y de Trabajadores del mundo:
En primer lugar deseamos expresar, a nombre del Comité Central del Partido del Pueblo Palestino, nuestro agradecimiento más profundo al Partido Comunista de Brasil, quien gustoso asumió la celebración de esta importante reunión de los comunistas del mundo, que por primera vez se realiza en América Latina.
Este importante encuentro en Sao Pablo de Brasil, la mayor de las ciudades de América Latina, tiene una gran significación: se celebra en un continente considerado por Estados Unidos como su traspatio, un continente que es objeto de sus ambiciones colonialistas, su hegemonía y su agresividad; un continente cuyos pueblos combaten hoy dichas pretensiones coloniales y agresiones en su lucha por conseguir la paz, la democracia, la soberanía, el progreso, el socialismo, erradicar la pobreza y proteger el medioambiente. Esa es, precisamente, una de las consignas principales de nuestra reunión en medio de las circunstancias internacionales complicadas actuales, marcadas por el agravamiento de la crisis en los países del sistema capitalista mundial y sus consecuencias catastróficas para sus pueblos y clases más desposeídas, así como para todos los países del mundo, particularmente los más pobres. Dicha crisis implica para esos pueblos más dependencia, más deuda externa y más deterioro de la situación socio- económica y medioambiental.
A la luz de la filosofía del fin de la historia, el derrumbe del neoliberalismo y la globalización feroz, que ha desatado las riendas del mercado y los monopolios, necesitamos, hoy más que nunca, la unidad de acción de los partidos comunistas y de trabajadores del mundo y del internacionalismo para poder ofrecer una opción revolucionaria y humanista, y volver al marxismo y su método dialéctico materialista para analizar las perspectivas de un futuro más justo y equitativo para la clase trabajadora y todos los oprimidos y explotados en el mundo, un futuro socialista basado en los principios de la participación democrática y la justicia social.
La unidad de acción de los partidos comunistas y de trabajadores junto a la solidaridad internacionalista, se cuentan entre los problemas más importantes que debemos discutir en este encuentro, a fin de arribar a conclusiones e ideas comunes sobre la crisis financiera internacional actual particularizada en los Estados Unidos y el fracaso del neoliberalismo basado en la globalización feroz y colonizadora, así como redefinir la solidaridad internacionalista, sus límites y contenidos, así como los compromisos que ello implica en la era postsoviética.
Consideramos que la crisis financiera actual en los Estados Unidos conducirá a tres grandes resultados:
Primero: El retroceso de la influencia de los EE.UU en el escenario internacional, lo que abrirá el camino hacia un mundo multipolar y el fin de la unilateralidad que ha predominado desde el fin de la guerra fría.
Segundo: El reconocimiento del papel fundamental del Estado en la economía, lo que conducirá a un liberalismo alternativo que mantendrá las leyes del mercado con ciertos límites a su empuje. El Estado se impondrá como socio de las grandes instituciones financieras, lo que equivale a una nacionalización negativa y parcial a favor de los monopolios financieros y el capital financiero, definido por Marx como capital virtual.
Tercero: La ruptura del bloque monolítico y el apoyo mutuo entre la fuerza militar y la economía en los EE.UU. Dicha ruptura hará que la economía no pueda soportar la carga emanante de las aventuras militares norteamericanas fuera de sus fronteras, particularmente en Irak y Afganistán, ni la de cientos de bases militares diseminadas por todo el mundo.
Estamos ante fenómenos nuevos en las relaciones internacionales, ante una etapa que será testigo del despegue de otros polos como la Unión Europea, Japón, Rusia, China, India y Brasil, y de una nueva repartición del mercado mundial y de lo que dejaría de ser esfera de influencia de los EE.UU. Para ello no sería imprescindible desatar nuevas guerras imperialistas militares aunque no se descarta esa opción.
La crisis de los bancos norteamericanos y la especulación financiera desenfrenada removió los cimientos del sistema capitalista liberal y de la economía de mercado, y planteó serias interrogantes sobre el futuro de dicho sistema cuyos líderes se vanagloriaron de sus éxitos y proclamaron vítores sobre el socialismo durante los últimos veinte años al considerar que el capitalismo sería el último de los sistemas sociales de la humanidad – el fin de la historia-. Esos líderes corren hoy desesperados por salvar el capitalismo del derrumbe.
En cuanto a los efectos de la actual crisis financiera y demás contratiempos políticos y militares norteamericanos que se han sucedido y acumulado en nuestra región del Medio Oriente, y de manera particular en Palestina, no albergamos la esperanza de que el nuevo presidente, Barak Obama, quien tanto habló de cambios, comprensión y cooperación en su campaña electoral, reconozca la derrota de su país en Irak y Afganistán, el fracaso de la alianza estratégica de las administraciones norteamericanas con Israel, ni el de no haber actuado con equilibrio y justeza para lograr una paz justa y duradera en el Medio Oriente, una paz que descanse en el reconocimiento de los derechos del pueblo palestino a su libre determinación, al establecimiento de su Estado independiente dentro de las fronteras del año 1967, y al retorno de los refugiados a sus hogares conforme a la resolución 194; o reconozca que el bloqueo contra el pueblo palestino, particularmente en Gaza, ha fracasado al igual que la política de amenazas contra Irán, entre otros fracasos.
Ello no quiere decir que la nueva administración norteamericana no se verá forzada a buscar alternativas para su política fracasada y sus aventuras en el marco de lo que se ha dado en llamar la guerra preventiva, y la guerra contra el terrorismo, y a actuar con más apertura -dada la presión de la crisis- para poder establecer asociaciones bilaterales, regionales o internacionales que conduzcan a unas relaciones internacionales más equilibradas y moderadas; y todo ello debido a que los EE.UU. tendrá menos capacidad de imponer su monopolio y su política unipolar en el mundo. Será menos capaz de impedir que otros actores internacionales como la UE , la ONU, Rusia, etc. puedan desempeñar un papel más amplio y activo en la situación política de nuestra región y otras partes del mundo, particularmente, luego del desgaste de la Conferencia de Annápolis celebrada bajo la presión de la rigidez israelí y su expansión colonial.
EE.UU. monopolizó el proceso de negociación, y se alineó totalmente al lado de Israel. Ello provocó que el año 2008, calificado como el año de la solución, terminara sin ella, pues, según anuncios oficiales de Israel, durante ese período las viviendas de colonos israelíes aumentaron en una cifra de 8 000. Igualmente aumentó la ferocidad e intensidad de las medidas para judaizar la ocupada ciudad de Jerusalén oriental y aislarla de Cisjordania. Se mantuvo el inhumano bloqueo contra Gaza pese al Acuerdo de Pacificación firmado hace alrededor de seis meses con Israel. Aumentaron a 630 las barreras dentro de Cisjordania; 93 de ellas reforzadas con soldados, y 537 son barreras construidas (cemento, paredes, puertas de hierro etc, . Sólo en el mes de mayo se establecieron 610 barreras. Estas cifras no provienen de fuentes palestinas sino de la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios/ OCHA, quien también ha observado que alrededor del 65 por ciento de las carreteras principales en Cisjordania permanecen cerradas o controladas por el Ejército israelí. Es evidente que el sistema de barreras militares israelíes en Palestina, junto a su muro racista, tiene por objetivo imponer su control y dominio, lo cual constituye una nueva forma de dominación colonialista israelí, engendrada y alentada durante los años de la ocupación.
Todas esas medidas de expansión colonial se han aplicado durante el año 2008 con el consentimiento de EE.UU. y el proceso de negociación monopolizado por ellos, proceso que no pudo conducir a una solución que ponga fin a la ocupación y a la situación de los refugiados palestinos.
Es una larga página de esfuerzos norteamericanos estériles, de política norteamericana unipolar que está llegando a su fin, para así abrir el camino para que la comunidad internacional desempeñe un papel más apegado al derecho internacional.
Sin embargo, debemos decir que aún resulta muy improbable que dichos cambios se produzcan sin una gran presión de las masas y una resistencia popular amplia a los planes de ocupación, muy particularmente en esta etapa sensible. Ello requiere de una posición árabe fuerte y más decidida en la solidaridad militante con el pueblo palestino, así como de un cambio en el discurso oficial palestino que debe condicionar la reanudación de las negociaciones con el anuncio de la retirada total de Israel de los territorios que ocupó en junio de 1967, es decir definir las fronteras del Estado Palestino primero y no negociar detalles como pretende Israel.
El Partido del Pueblo Palestino considera que la próxima etapa trae en su seno muchas probabilidades, oportunidades, desafíos y riesgos. En esta esfera nuestros partidos comunistas y de trabajadores pudieran ser de gran apoyo para nuestro pueblo. Por otro lado, nuestro partido está dispuesto, como siempre, a participar – de acuerdo a sus posibilidades- en la solidaridad con otros pueblos por su liberación e independencia.
Compañeros y compañeras:
No puede haber un marco más apropiado que esta tribuna latinoamericana de comunistas, para expresar nuestro irrestricto y militante apoyo y nuestra solidaridad con los hermanos pueblos de Cuba, Venezuela, Brasil, Bolivia, Ecuador, Nicaragua, Argentina, Uruguay, Paraguay y otras naciones de América Latina y el Caribe, cuyos gobiernos llevan a cabo verdaderos procesos revolucionarios y democráticos, que han creado una nueva correlación de fuerzas antiimperialistas y antioligárquicas, que está transformando el panorama político de tan importante región del mundo.
Cercano ya el 50 Aniversario del triunfo de la Revolución cubana, ésta continúa representando un pujante y luminoso ejemplo de lucha antiimperialista por un mundo mejor, y se afana en la consolidación de una sociedad socialista, con todos y para el bien de todos. Al expresar a su pueblo y a su gobierno nuestra solidaridad con su justa causa, condenamos y exigimos el fin del inhumano e injusto bloqueo económico y financiero impuesto por el gobierno de Estados Unidos a la Isla desde hace casi medio siglo. Asimismo demandamos la libertad de los Cinco Héroes cubanos presos injustamente en cárceles norteamericanas por luchar contra el terrorismo.
Finalmente nuestro partido desea hacer las siguientes propuestas:
1- Que la presente conferencia lance un llamado de solidaridad con el pueblo palestino y su derecho a la libre determinación, el establecimiento de su Estado independiente y a que se resuelva el problema de los refugiados conforme a la Resolución 194, y que dicho llamado incluya una apelación a los palestinos para que unan sus filas, pongan fin a la división interna, y se levante el sitio impuesto a Gaza.
2- Que se establezca un comité de apoyo al pueblo palestino formado por los partidos comunistas y de trabajadores presentes en la reunión. Dicho comité tendría por misión realizar actividades a nivel internacional con ese objetivo. En caso de que se llegue a establecer dicho comité, nuestro partido le extiende una invitación para que visite Palestina.
3- Que la presente conferencia adopte la decisión de establecer un comité ideológico que tenga por misión unificar las posiciones ante las circunstancias internacionales actuales, y de manera particular ante la crisis catastrófica que afecta a EE.UU. y al sistema capitalista mundial, lance una lucha activa en el frente ideológico que contrarreste la propaganda capitalista y las ilusiones que difunde el sistema sobre la inutilidad de los principios del socialismo. Dicho comité debería llegar a una comprensión común sobre las causas que propiciaron el fracaso de la experiencia socialista en la antigua Unión Soviética y los países ex socialistas.
4- Constituir uno o varios comités de seguimiento que laboren de aquí a la próxima reunión de partidos comunistas y de trabajadores para garantizar la comunicación y coordinación entre nosotros, y den seguimiento a las tareas que acordemos en el marco de nuestra lucha común.
5- El Partido del Pueblo Palestino apoya la propuesta de celebrar la XI Conferencia de Partidos Comunista y de Trabajadores en Siria, respondiendo a la solicitud presentada por su Partido Comunista y al apoyo brindado por los demás partidos comunistas de la región a dicha solicitud. Asimismo, el Partido del Pueblo Palestino desea apoyar la solicitud del Frente Popular y el Frente Democrático para incorporarse a la Conferencia de Partidos Comunistas y de Trabajadores.
Les reiteramos nuestros saludos, y le deseamos todo tipo de éxito a la Conferencia.
¡Abajo el capitalismo! ¡Viva el Comunismo! ¡Vivan nuestros pueblos y su lucha antiimperialista! ¡Abajo las guerras! ¡Viva la Paz Mundial!
Comité Central del Partido del Pueblo Palestino
20/11/2008